El gobierno nacional pediría en los próximos días que los empresarios firmen un compromiso para frenar los despidos, según publicó este miércoles Ámbito Financiero. A cambio, los hombres de negocios reclamarían una serie de medidas impositivas para reactivar el sector.
«Será difícil negarnos porque si no prosperan iniciativas en el Congreso de prohibir despidos por ley», argumentaban algunos que firmaron el compromiso anterior a mediados de año.
En este sentido, remarcaron lo que ocurre en San Luis: «En el parlamento presentaron un proyecto para gravar en un 10% si una empresa toma un trabajador que no sea de dicha provincia. Esperemos que esta iniciativa no prospere».
Eso sí en esta oportunidad, los hombres de negocios no irán con las manos vacías: llevaran sus propios pedidos, entre ellos las 10 medidas impositivas que presento Carlos Abeledo, experto impositivo de la UIA.
La alta presión tributaria, la tasa de interés, los problemas de la logística, el tipo de cambio, el triunfo de Trump, el Brexit, las diferencias dentro del gabinete nacional fueron algunos de los temas más escuchados entre los industriales. «Nos gustaría que el presidente escuchara más a Alfonso Prat Gay que a Federico Sturzenegger», argumentaban metiéndose en la interna del Gobierno.
Es que están convencidos que si se hubiera bajado más rápidamente la tasa de interés este último cuatrimestre «las cosas hubieran sido mejor» ya que casi todos los industriales dan por perdido el año. Estiman que Macri seguirá dándole la razón al titular del Banco Central y se quejan de que «la tasa es extremadamente positiva», lo que incentiva el negocio financiero y no precisamente el productivo.
El ánimo de los industriales no puede caracterizarse de muy amigable hacia el Gobierno, a pesar de que las máximas autoridades se dieron cita en Parque Norte, con el cierre del evento del propio Mauricio Macri. «Siempre se quejan», recordaban algunos funcionarios que supieron estar en su momento en la actividad privada.
De hecho, una de las quejas que más se escuchó fue que el encuentro no planteó polémica con los funcionarios, sino que fue una larga lista de oradores oficiales dejando a los industriales limitados a escuchar exposiciones. La más celebrada fue la charla que dio Carlos Melconian particularmente por su manera directa de decir las cosas.