Visitaron las obras que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lleva adelante en el barrio popular Rodrigo Bueno y compartieron testimonios y experiencias con los vecinos sobre el proceso de integración socio-urbana.
En el marco de una actividad organizada para intercambiar experiencias de gestión, el intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia recorrió junto a los funcionarios porteños María Migliore, ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, y Gabriel Mraida, presidente del Instituto de la Vivienda, las obras en el barrio Rodrigo Bueno. Allí, el Gobierno de la Ciudad lleva adelante un proceso de integración socio-urbana a partir de ejes principales: habitacional, urbano y socioeconómico. Es uno de los 8 barrios populares donde el Gobierno de Rodríguez Larreta está llevando adelante obras para garantizar a sus vecinos el acceso a derechos que durante muchos años fueron vulnerados.
El barrio Rodrigo Bueno se encuentra ubicado en el extremo sur de la Reserva Ecológica de la Ciudad de Buenos Aires. Se encuentra a unos 350 metros de la orilla del Río de la Plata y hacia el sur limita con un canal formado por un desagüe pluvial que lo separa del predio de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors. Según el censo realizado por el Instituto de Vivienda de la Ciudad en 2016, residen en el barrio 2.665 habitantes agrupados en 996 familias y distribuidos en 563 viviendas.
Desde el inicio del proyecto se construyeron 611 viviendas nuevas en el predio aledaño y, a través del trabajo en conjunto del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat y el IVC, ya se mudaron 541 familias. Cuando una familia se muda a su nueva casa, la vieja se demuele para abrir calles y pulmones de manzana. Cada familia que se muda, lo hace a través de un crédito hipotecario otorgado por el IVC.
Durante el recorrido, los funcionarios visitaron a algunas familias que se mudaron a las viviendas nuevas y escucharon las opiniones y las experiencias sobre el cambio que significó en sus vidas el tener una casa con todos los servicios y una dirección formal. Además, charlaron sobre la importancia del proceso participativo a lo largo de todo el proyecto y sobre cómo se organizan en la administración consorcial de los edificios.
Más allá de la relocalización de las familias, el proyecto incluye la apertura de 3 calles que permitirán avanzar con obras de infraestructura para la dotación de servicios básicos como agua corrientes, energía eléctrica, cloacas y pluviales, así como también la integración del barrio al resto de la ciudad. También se proyecta la apertura de pasajes y demoliciones con el objetivo de abrir los pulmones de manzana para mejorar las condiciones de iluminación y ventilación de las viviendas.
El proceso de integración contempla además un eje socioeconómico. Analizando el potencial económico del barrio, se impulsaron proyectos como el Patio Gastronómico y la Vivera Orgánica Rodrigo Bueno, que combinan la identidad productiva barrial con el potencial turístico de la zona.