Una vecina de Sierra de los Padres encontró en la calle 20.000 pesos y 4.000 dólares en una bolsa y decidió iniciar una búsqueda, vía Facebook , para contactar a la dueña y devolverle el dinero. En paralelo, desde Mar del Plata una mujer realizó un pedido desesperado a través de la misma red social y allí explicó que el dinero extraviado estaba destinado a la operación de su hija, enferma de leucemia.
En su publicación, Catalina -que prefirió preservar su apellido- contó: «Acabo de encontrar bolsa grande con $20.000 y algo más. Por favor si alguien les comenta que perdió esa suma y puede acreditar que es suya, detallando color y ese algo más que contiene dentro, comuníquense conmigo». Aclaró también que si el dueño no aparecía iba a donar el dinero a un refugio y a un comedor.
Ella había encontrado la bolsa cerca de la iglesia del barrio, mientras les daba de comer a unos perros de la cuadra. «Cuando me acerqué a uno de los perros, que tiene una pata lastimada, vi tirada a un costado una bolsa roja como las que se usan para residuos en los hospitales», relató y agregó: «Nunca toco basura, pero agarré la bolsa para tirarla en otro lugar, y la abrí sin saber qué iba a encontrar. Vi toda esa plata y unos papeles todos borroneados, como mojados, imposibles de leer. Eran de una historia clínica. Y había una foto de una nena».
«Si no hay ninguna documentación, la plata es tuya», le dijo una amiga abogada a la que le comentó el hallazgo. Sin embargo, Catalina era consciente de la magnitud y lo que esto podría significar para el verdadero dueño: «Para mí, la plata simplemente no era mía. Así que decidí publicarlo. Si no aparecía el dueño en una semana, la iba a donar a un comedor o a un refugio para perros».
Ante la publicación, recibió decenas de comentarios por Facebook que elogiaban su honestidad y una serie de mensajes privados entre los cuales, varios correspondían a «oportunistas» que querían llevarse el dinero. «Me escribieron más de 1.000 personas que me decían que ellos habían perdido la plata, que era una bolsa blanca, una bolsa negra, y un montón de detalles falsos… Todavía me quedan como 500 mensajes sin leer de supuestos dueños», detalló.
Horas más tarde, algunos usuarios de la red social le comentaron que, en ese mismo instante, Lorena Yapur -una empleada doméstica de Mar del Plata- buscaba una suma de dinero extraviada en esa zona y que había dejado su propio posteo en Facebook y en Banca 25, un foro local de intercambio de información.
Yapur, estaba desesperada porque necesitaba esa plata, que había recaudado con gran esfuerzo, para salvar a su hija. «Por favor es urgente, ayer fuimos con mi familia por Sierras, mi hija tiene leucemia, necesita un auto trasplante urgente, estamos juntando fondos, ayer vendimos el auto a un hombre de Sierras, nos pagó con pesos y dólares», decía el mensaje escrito por la mujer desde un locutorio.
«La perdimos en el camino, estamos desesperados, todos llorando, porque se nos fue la ultima oportunidad de salvar la vida de mi hija, es chuiquita (sic), tiene 10 años, merece seguir viviendo, (…) tenemos fecha de viaje para la cirujía (sic) en unos días», explicó la madre y agregó: «Desde que mi hija se enfermo no tengo cabeza para nada, lo unico (sic) que pedia (sic) antes era un milagro, ahora pido otro para salvar la vida de mi hijita».
«La vida de mi hija está en esa bolsa, y no puedo dar recompensa, todo lo que puedo hacer por esa persona es orar por lo que me quede de vida y si quiere limpiarle la casa hasta que me muera, es todo lo que tengo para dar», lanzó Yapur.
Esa publicación fue compartida más de 3.000 veces en pocas horas y a Catalina empezaron a llegarle alertas al celular. Yapur, en cambio, no podía recibir ningún aviso porque su teléfono móvil es viejo y apenas sirve para enviar mensajes de texto y porque después de realizar dicha publicación por Facebook, volvió a Sierra de los Padres para recorrer a pie la zona donde creía que se le podía haber caído el dinero de la venta de su viejo Fiat Regatta.
Cuando finalmente pudieron ponerse en contacto el viernes por la noche, gracias a la intervención de otro vecino que vio a Yapur y a su hija en la zona, Catalina no tuvo dudas de que estaba frente a la dueña de la plata. «Me describió todo: el color de la bolsa, el monto de los billetes, y los papeles de la historia clínica», explicó.
Catalina terminó de confirmar todo cuando vio a Milena, la nena de diez años que debe ser operada: «Era la misma chica de la foto que encontré con la plata, sólo que no tenía pelo. Nunca me voy a olvidar del abrazo de esa madre y de esa chiquita hermosa.»