«Lloré y grité en medio de la ruta» dijo el actor dijo que también confesó que no sabía cómo contárselo a su mamá y que se dio cuenta que vivió equivocado. «Creí que el éxito era estar en una marquesina», afirmó.
Consultada por la salud de su hijo, días atrás Carmen Barbieri dijo que lo veía delgado y cansado. Pero que, a pesar de que no se sentía bien, estaba con “mucha energía” y listo para “reconectar con el público”. Así fue como Fede Bal se animó a hacer radio y tomó la propuesta que le hicieron desde Late 93.1, donde en su programa debut habló sobre cómo está y cómo fue el momento en el que se enteró de que padecía cáncer de intestino.
Tal como contó al aire, el día en el que el médico lo llamó para darle la noticia, se vio desde afuera, “como en una película”. Fede Bal aseguró que en ese instante, cuando sus prioridades se rompían y anticipaba el gran cambio que iba a suponer para él, lo primero que pensó fue en cómo decírselo a su mamá. “Se lo dije, agarré el auto, viajé a Buenos Aires, lloré y grité en medio de la ruta y me pregunté ‘¿por qué yo tengo cáncer, que tengo 30 años, con una buena salud, que estaba en un momento genial, que tenía proyectos y estaba rodeado de amigos?’”, relató.
El ex Bailando recordó que ese día le preguntó al profesional si se iba a morir y si los tratamientos de quimioterapia y radioterapia le iban a permitir tener hijos en el futuro. “Él me dijo que esto es como agarrar la Ruta 2 para Mar del Plata con un muy buen auto, que mi cuerpo es el auto. ‘Yo no te puedo asegurar que vas a llegar a la playa sin chocar, pero tenés todas las chances de estar bien'», contó que le explicó. «Después me dijo que un 30% de los pacientes con mi condición se curan y no se tienen que operar. O sea que mi vida comenzó a pensarse en números y estadísticas», agregó.
Bal aseguró que enterarse que padece cáncer puso su vida en perspectiva. «Viví los últimos 15 años equivocado”, dijo, convencido entonces de que el éxito era figurar en las revistas o “en una buena marquesina”. A la vez, destacó el hecho de que todos estos cambios se dieran en plena pandemia mundial. “Les dije a mis amigos que los amaba, preferí leer un libro antes que la tele, jugué con mi perro antes de ver las redes, hago yoga, y cambié mi alimentación», enumeró.
Y a pesar de que reconoció que la incertidumbre existe, el hijo de Santiago Bal insistió en que trata de abordar lo que le pasa viendo lo positivo. «La cabeza y el amor en este proceso son claves”, aseguró. Sobre su tratamiento actual, detalló que va a sesiones de rayos de lunes a viernes, que combina con pastillas. “La primera semana no me dolía nada, después me empecé a sentir más cansado y empezaron los dolores de panza. En un tiempo se sabrá si necesito una operación, o si el cáncer se disminuye», cerró.