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Florencia Kirchner fue dada de alta y afirmó que se está «recuperando bien» de la infección que la llevó a estar internada

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La cineasta Florencia Kirchner, hija de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, recibió el alta médica del Sanatorio Otamendi, donde estuvo dos días internada por un «proceso infeccioso», y afirmó que se está «recuperando bien».

Tras haber sido internada el pasado martes en el reconocido centro médico del barrio porteño de Recoleta, la joven mostró buenos avances en su estado de salud, lo que permitió poder regresar a su domicilio para continuar con la recuperación. «Gracias a todxs por sus mensajes y ese tanto amor. Me estoy recuperando bien por el momento», remarcó la cineasta y guionista.

A través de su cuenta de Twitter, la hija de la titular del Senado también destacó la atención que le brindaron los profesionales del centro médico: «Gracias al Sanatorio Otamendi y a todo el equipo de médicxs, enfermerxs y personal auxiliar que me atendió tan atentamente».

«Nora, enfermera que también se encontraba cuando nació Hele, quien le tejió un sueter de recién nacida en su momento, me dejó esta escarapela hecha por ella que usaré con mucho cariño», publicó Florencia Kirchner, junto a una imagen en la que también se observan las vías intravenosas que tenía puestas en sus brazos durante la internación.

Además, aprovechó la ocasión para agradecer el envío que le hicieron algunas editoriales, que le acercaron algunos de sus nuevos títulos para que lea durante la recuperación. El último parte médico del Sanatorio Otamendi, firmado por la directora médica, Marisa Lanfrancono, señalaba que la joven, de 30 años, se encontraba «cursando su segundo día de internación general por proceso infeccioso» y remarcaba que su estado de salud era «bueno», por lo que evolucionaba «favorablemente».

El estado de salud de Florencia Kirchner ya había sido noticia anteriormente, ya que pasó más de un año en la ciudad cubana de La Habana por un tratamiento médico: había viajado en
febrero de 2019 para participar de un seminario de guión de cine y, por problemas de salud, no pudo regresar a la Argentina.

De acuerdo al diagnóstico que difundió la propia Cristina Kirchner en aquel momento, la joven estaba afectada por «trastorno de estrés postraumático; síndrome purpúrico en estudio, polineuropatía sensitiva desmielinizantede etiología desconocida, amenorrea en estudio, bajo peso corporal y linfedema ligero de miembros inferiores de etiología no precisada».

Por ese motivo permaneció internada algunos meses en el Centro de Investigaciones Médicas Quirúrgicas (CIMEQ) de Cuba, para recuperarse de una «enfermedad psíquica», según contó la propia cineasta en una de sus primeras publicaciones en su cuenta de Instagram.

«Mientras nos exponen frivolidad hasta las costillas. Está bien mostrar tu pareja, tus hijxs, el cuerpo de gimnasio, la ropa, la plata, la fiesta, el trucho reviente, pero ante enfermedades psíquicas, y el dolor: que exista una nueva boca cerrada. No me da vergüenza, ni tampoco es desahogo. Es usar la palabra para otrxs, y también para mí», remarcó en aquella ocasión.

Tras regresar al país en marzo de 2020, la joven afirmó que el «ensañamiento judicial» la «enfermó», en alusión a las causas por presunta asociación ilícita en las que está involucrada junto a su madre y su hermano, Máximo Kirchner. En ese sentido, la cineasta aseguró que «lo que pasó en los últimos cuatro años fue más allá del ensañamiento mediático».

«Empezó a haber ensañamiento judicial, mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía tres jueces que hacían conmigo lo que querían: éso fue lo que me enfermó a mí», lanzó durante una entrevista radial.

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