En sólo seis meses se desmontaron en el norte del país más de 45 mil hectáreas. Casi la mitad de estos desmontes son ilegales y ocurren en zonas protegidas por la Ley de Bosques. Ante esto, Greenpeace lanzó un informe donde, a través de imágenes satelitales, muestra el avance de la destrucción forestal.
Greenpeace descubrió que el 80% de los desmontes ocurren en cuatro provincias del norte argentino -Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa- y difundió un informe de la ONG que compara imágenes satelitales. Allí detalla que la superficie desmontada entre enero y junio de 2017 en estas provincias fue de 45.470 hectáreas y que el 42% ocurrió en áreas donde estaba prohibido. Además, tal como dice el informe «salvo unas pocas excepciones, no se reforestaron los bosques desmontados ilegalmente».
Este semestre, Chaco lidera el podio con 17 mil hectáreas, 10 mil de las cuales son ilegales; Santiago del Estero sigue con 13.707 hectáreas desmontadas, 8.083 de ellas, ubicadas eran bosques protegidos; y tercera está Formosa con 7.754 hectáreas de bosques nativos y 136 hectáreas destruidas ilegalmente. Muy cerca está Salta, donde se deforestaron 7.009 hectáreas, de las cuales 678 hectáreas estaban protegidas.
Datos oficiales confirman que, desde la sanción de la Ley de Bosques (en 2007) hasta fines de 2016 se deforestaron 2,4 millones de hectáreas, de las cuales más de 750 mil eran bosques protegidos. Las principales causas de la pérdida de bosques son el avance de la frontera agropecuaria (soja transgénica y ganadería intensiva) y los incendios.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a Argentina entre los diez países que más desmontaron entre 1990 y 2015: se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a razón de 300 mil hectáreas al año.