Así como están las novelas del verano, están también las novelas de la cuarentena. Ya convertida en Best Seller, la historia de la doble de Florencia Kirchner y su video viral con las 10 gambas ha sacado ya su tercer capítulo.
En el capítulo anterior, la hermana del gorila había caído en las garras de Eduardo Feinmann, quien no dudó a la hora de criticarla con dureza por elegir comprar asado y flores, que como nos iluminó el periodista no es otra cosa que droga, con el dinero recibido.
Ahora, la doble de Cristina Kirchner, que en realidad se llama Fernanda Vera, recibió en su casa a las cámaras de Distrito Interior para ampliar su versión de los hechos y dejar en claro que está totalmente ajena a la política.
«Me causó gracia que se dijera que soy militante. Fui a votar el año pasado por primera vez y rompí la boleta. Dije eso porque mi hermano siempre dice de los planeros. Yo le mandé por eso», agregó.
Además, contó que se encuentra desempleada y que subsiste con el dinero de la AUH y alguna que otra changa que pueda hacer, además de la ayuda económica de su novio. «Yo a mi hijo le compro la leche en polvo y los pañales con la asignación. Lo de los 10 mil pesos fue una broma con mis hermanos, una burla a uno de ellos».
Sobre su parecido con Florencia Kirchner, expresó que nunca le había prestado atención a eso y que tuvo que buscarla en Google para confirmarlo. «También me mataron porque el chiquito lloraba. Pero gritaba porque quería el celular. Después se lo di y se dejó de joder. Me causa gracia porque en Twitter me daban con un caño. Me ponían de todo. Choriplanito al chiquito, de todo».