Se percibe en los shoppings de Santiago, en los balnearios exclusivos de Punta del Este y en las praias de Florianópolis, donde el «che» se adueñó del aire. También en las frenéticas avenidas de Nueva York, en los museos de París y en los rincones más exóticos del sudeste asiático. Los principales destinos de la región y del mundo vienen recibiendo más argentinos que lo común. Muchos más de los que jamás habían llegado. Con un dólar que sólo subió un 8% en los últimos 12 meses -frente a una inflación general del 35,6%- una cantidad inédita de argentinos está optando por salir del país, para descansar y también para comprar.
La temporada de verano cerró esta semana con números contundentes. El gasto con tarjetas de crédito en moneda extranjera, por ejemplo, tocó un récord histórico. Durante el verano, los consumos en el exterior acumularon unos US$ 773 millones, 50% más que en igual fecha del 2016, el doble que hace dos años y casi el cuádruple que hace cinco años.
Por otra parte, se registró una afluencia sin precedentes en los tres países más elegidos por los argentinos para vacacionar afuera: los vecinos Chile, Uruguay y Brasil, según estadísticas oficiales a las que accedió Clarín.
El caso más llamativo fue el de Chile, que el año pasado logró atraer a más argentinos (2,9 millones) que Brasil y Uruguay, algo que no se registraba por lo menos en los últimos ocho años. El gasto con tarjetas argentinas se duplicó frente al año anterior, según Cámara Nacional de Comercio chilena. Y en el verano el destino «explotó».
Entre diciembre y febrero se contaron 1.442.639 cruces de «argentos», 33% más que en los mismos meses del año pasado y 116% más que en la temporada 2015. Y ahora, “si las condiciones cambiarias se mantienen», la Subsecretaría de Turismo local estima que el 2017 cerrará con «más de 3,7 millones de visitantes trasandinos». O sea, un 28% por encima del 2016 récord.
En Uruguay, el Ministerio de Turismo informó que en enero y febrero entraron 846.000 argentinos, con un crecimiento del 25% interanual y subas del 52% en el gasto. Lo que se sumó a un 2016 récord con 2,14 millones de llegadas, cifra nunca alcanzada por lo menos desde 1992. La marca más alta, hasta ahora, había sido de 1,76 millón en 2012.
“Este año marcó la recuperación definitiva del turista argentino, tras un período de descenso por la coyuntura económica de su país”, definió un informe de operador de alquileres temporarios Casas en el Este, que atribuyó el auge a la liberación del «cepo» y al atraso del tipo de cambio. “Por primera vez desde el uno a uno, Argentina es más caro que Uruguay”, destacan.
En Brasil, por su parte, el ente de turismo informó que el año pasado recibieron un récord de más de 2,1 millones de argentinos, 20% más que en 2014 y 50% más que en 2010. Las cifras del verano se difundirán la semana que viene, pero las expectativas oficiales hablaban de un 25% más de concurrencia en Florianópolis, uno de los destinos más visitados.
En total, Clarín calculó que sólo a Chile, Uruguay y Brasil viajaron 7,1 millones de argentinos en 2016 por todos los pasos, lejos de los 5,7 millones de 2015, los 4,5 millones de 2014 y los 2,9 millones de 2008. A todo el mundo, en tanto, el Indec confirmó que los viajes desde Aeroparque y Ezeiza marcaron un nuevo máximo histórico el año pasado, con más de 3,34 millones de salidas.
Con el dólar estable, el sector prevé que el auge de viajes afuera siga este año y señalan a la Semana Santa -que arranca el viernes 14 de abril- como el próximo pico de «escapadas» internacionales. Pablo Aperio, gerente general de TTS Viajes, contó que están vendiendo entre 30 y 35% más y que ya hubo muchas compras para descansar en playas brasileñas. «A diferencia de otros años, se ve una mayor tendencia y demanda a viajar a Chile», agregó.
«Hay muchísimas reservas para Semana Santa, con Brasil y Chile entre los más elegidos. Hoy hay más disponibildad para destinos nacionales que para internacionales, y estamos viendo escapadas a Estados Unidos y Europa», contó Silvia Tenazhina, country manager de Almundo.com. «Las reservas arrancaron en las últimas semanas y los destinos más pedidos son Santiago y Río de Janeiro, seguidos por Iguazú, Mendoza y Calafate», añadió Martín Romano, country manager de Atrápalo, que en el verano vendió un 40% más.
El alto nivel de reservas para Semana Santa se evidencia al buscar pasajes de avión en esas fechas para los principales destinos. A tres semanas, y con tickets ida y vuelta, los más económicos se venden a $ 7.200 para Santiago, a $ 10.400 para Florianópolis y a $ 12.300 para Punta del Este.
En materia de alojamiento, una habitación doble con desayuno en un tres estrellas en Santiago de Chile, cerca de los principales shoppings, puede costar $ 1.100 la noche reservando ahora. En el caso de «Floripa», en las playas del norte de la isla, las tarifas rondan los $ 1.300 la noche para un servicio similar. Y en Punta el presupuesto sube fácilmente a $ 1.700 para alojarse en la Península con iguales pretensiones. Con el correr de los días y de las reservas, las tarifas tenderán a aumentar aún más.
Ese balneario uruguayo es otro de los que prevén un verdadero “desborde” en Semana Santa, por la mayor afluencia de quienes cruzan el «charco». «La gente suele reservar más sobre la fecha, pero los hoteleros esperan un lleno total y hasta ahora el 70% de los que contratan son argentinos”, destacó a Clarín Luis Borsari, director general de Turismo de Maldonado. “Hay una tendencia favorable a que sigan viniendo -añadió-. El tipo de cambio ayuda, estamos baratos para los turistas argentinos”.
