«Me quieren joder la vida, no voy a ir a la indagatoria», anticipó Hebe de Bonafini, que fue citada para el 25 de octubre a Comodoro Py en una causa que podría terminar con su segundo procesamiento por «Sueños Compartidos».
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo debe declarar por la presunta apropiación de al menos $ 46,1 millones de aportes jubilatorios de los empleados de la Fundación. Los fondos fueron retenidos a los trabajadores, entre abril de 2008 y abril de 2011, pero nunca se giraron a la ANSES.
En la causa se investigan entre otras irregularidades el destino de millones de pesos para «gastos superfluos». «El único gasto superfluo que tengo es el papel higiénico doble. Tengo dos pensiones, hace 35 años que estoy en la misma casa, que ni siquiera pinté», dijo la dirigente en una entrevista a Radio del Plata.
«Nos hacen pagar a nosotros, que no tenemos un mango partido por la mitad», aseguró Bonafini, que volvió a acusar a Sergio Schoklender por las irregularidades. «Schoklender afanaba todo lo que quería, se afanó mucha plata», insistió.
Bonafini ya se había negado a asistir a Comodoro Py por la causa «Sueños Compartidos» por la que el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi había ordenado buscarla por la fuerza pública, por su resistencia, aunque luego levantó el pedido de captura.
La dirigente está procesada en esta causa por defraudación en contra de la administración pública, como una de las responsables del desvío de más de $ 200 millones que estaban destinados a la construcción de viviendas. En esta investigación y también en la de evasión de aportes además están procesados los hermanos Sergio y Pablo Schoklender, que eran apoderados de la Fundación.