¡Qué momento, qué momento, a pesar de todo, les hicimos el encuentro!”, fue una de las canciones que entonaron quienes participaron de la marcha que coronó el 34º Encuentro Nacional de Mujeres en la que participaron cerca de 200 mil mujeres y disidencias.
Pese a la lluvia, el temporal y las inundaciones que azotaron a La Plata el viernes y sábado, y a la coyuntura social y económica, miles de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no Binaries del todo el país y de Latinoamérica se juntaron una vez más para intercambiar experiencias y debatir sobre las problemáticas de desigualdad que las asemejan, pero esta vez la convocatoria fue la más contundente de todas las que se realizaron hasta el momento.
Como todos los años, se realizaron talleres – algunos fueron transformados en charlas por decisión de las organizadoras- en las Universidades Públicas y algunos colegios platenses que abarcaron temáticas como el derecho al Aborto legal, los travesticidios y femicidios, activismo gordo, identidades no binarias, lesbianismo, la aplicación de protocolos de violencia de género en instituciones, la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI), Escraches, estrategias para ante la prescripción de delitos sexuales y derechos laborales para las trabajadoras sexuales.
Pluri si
El tema sobre la denominación del encuentro volvió a estar latente durante todas las jornadas: en cada comisión, en las calles, entre las pibas que comían en sentadas en la vereda, en la feria y los paneles que se hicieron en la Plaza San Martín, en la marcha sobre en contra de los travesticidios y en la movilización final. Al igual que el año pasado en Trelew, hubo un gran apoyo de las presentes para que el término plurinacional reemplace al nacional. Además que se incorpore a las disidencias que participan del encuentro desde sus comienzos.Sin embargo, una parte de la comisión organizadora de La Plata decidió que siga teniendo su nombre histórico.
A 58 kilómetros de la toma pacífica de las 23 mujeres indígena del Ministerio del Interior pidiendo el fin del terricidio, en La Plata hubo otras tantas hablaron sobre el genocidio de sus pueblos, las violencias que padecen, y para pedir ser escuchadas e visibilizadas.
Laura Guarinoni
Uno de los momentos más convocantes de la jornada del domingo fue la asamblea de feministas de Abya Yala –pertenencia a los pueblos indígenas de Latinoamérica— frente a la glorieta de la Plaza San Martín. Inició con un ritual en el que se invocó a las ancestrales. Se prendió un fuego “de la memoria” en donde fueron poniendo de a una las imágenes de varias de las referentes que abrieron caminos en la lucha por la igualdad. Entre ellas estaban la activista ambientalista Berta Cáseres, asesinada en 2016 en Honduras; Marielle Franco, política y lesbiana brasileña, a quien mataron en marzo de 2018 en Río de Janeiro; y las activistas argentinas trans Diana Sacayán, asesinada octubre de 2015, y Lohana Berkins, quien murió en 2016.
En el centro del círculo, en el piso estaban las banderas de los distintos pueblos originarios en forma de caracol. Hubo ofrendas y se repartieron velas entre los presentes. Lolita Chávez, guatemalteca y parte del pueblo maya, guió la ceremonia en que se saludó al sol, que empezaba a asomar tras los días de tormenta. También pidió un saludo a la luna. “Protegemos nuestro cuerpo como nuestro primer territorio de defensa”, dijo Chávez y la ceremonia finalizó con el abrazo entre conocidas y desconocidas.
La asamblea continuó con la exposición de las referentes de distintos pueblos originarios de la región: varias de ellas hablaron de la lucha contra el capitalismo, el neoliberalismo, el racismo así como contra el patriarcado y el machismo. Ninoska Pallakura, una joven mapuche de 25 años. pidió justicia por el femicidio de Macarena Valdez, a quien encontraron colgada de una soga en su propia casa, en la Panguipulli, en Chile. “Su asesinato no tiene todavía culpables. La mataron por ser mujer, por defender tu territorio”, dijo Pallakura.
Feminismos negros
Migrantes negras y afrodescendientes argentinas fueron parte de las jornadas, en talleres y charlas. Jessica Corpas, afrodescendiente mendocina dijo a minutouno.com que pasan por momentos muy difíciles por su color de piel y “cuanto más negra la piel más duro el lugar en la sociedad que nos toca. Los racismos definen nuestras existencias. Si comemos o no comemos, si somos violadas o no lo somos”, afirmó.
El colectivo afro, acompañado por otras afrodescendientes de Latinoamérica, encabezó la columna de la marcha Plurinacional. Entre ellas
Delfina Martínez, uruguaya integrante del colectivo Mizangas Mujeres Afrodescendientes e impulsora de la Campaña Nacional Ley Integral para personas Trans, aseguró que «la pluralidad de territorios y corporalidades enriquece el feminismo.”
Disidencias sexuales
Una vez más, se realizó la marcha contra los travesticidios y transfemicidios durante el Encuentro. Con la bandera de Plurinacional las distintas referentes Marlene Wayar, Claudia Vasquez Haro, Say Sacayán y Casandra Sandoval encabezaron el sábado por la tarde noche la movilización. También participaron Infancias Libres y otras agrupaciones.
“Señor, señora, no sea indiferente, se matan las travestis en la cara de la gente”, era parte de los cánticos que entonaron trans, travestis, lesbianas y mujeres durante el recorrido que partió de la esquina de la 1 y 58 y se dirigió hacia la Plaza San Martín. Fue convocada por la campaña Somos Plurinacional, que busca que se modifique el nombre del encuentro para incorporar a las disidencias sexuales.
“Hace cuatro años que soñamos con que se nos escuche y se nos acompañe. Y hoy esta marcha me llena de orgullo: en la primera éramos diez personas y hoy éramos miles”, dijo Wayar emocionada al terminar la marcha.
Las organizadoras remarcaron que 60 travestis y trans fueron asesinadas en lo que va del año y pidieron nuevamente por una ley de cupo laboral trans. Ornella Infante, militante trans y secretaria nacional del frente por la igualdad del Movimiento Evita remarcó que hay una “falta de políticas públicas hacia la población trans, la justicia machista y la falta de presupuesto en las áreas de gobierno”.
Marchar hacia la historia
Las calles platenses se tiñeron de verde, violeta y de los colores del orgullo. Al grito de “aborto legal en el hospital” y “América Latina será toda feminista”- entre otras- avanzaron unas 200 mil mujeres y disidencias desde la calle 1 y 60 hasta el Estadio Único. La marcha fue la más larga que un ENM haya registrado: tuvo una extensión de 3 kilómetros.
En la columna de las Socorristas cientos de mujeres con pelucas fuxias caminaban cantando. En la del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST), las mujeres usaban pelucas que combinaban con el color que la pintura del cuerpo de todos los colores.
Laura Guarinoni
La columna de la Campaña del Derecho al Aborto, Seguro, Legal y Gratuito fue una de las más populosas. Allí marcharon además de sus militantes muchas jóvenes que se veían convocadas por la temática. Entre cantos y bailes se pidió una vez más por la ley.
Hubo además carteles que exigían que se implemente la ESI de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas y que el Estado implemente políticas para reducir y terminar con los femicidios y travesticidios.
La movilización culminó en el Estadio Único de La Plata. Allí se hizo la clásica peña en que miles bailaron y celebraron un nuevo año de lucha. El cierre oficial se dio en la mañana de este lunes y se eligió a San Luis como sede del encuentro 2020.