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La Cátedra de DD. HH. de la UNNOBA rememora el crimen del Padre Mugica

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A 49 años del asesinato del Padre Carlos Mugica la Cátedra Memoria y Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Noroeste –UNNOBA- conmemora su absurda muerte. Carlos Francisco Mugica Echague en 1959 fue ordenado sacerdote. Por su condición social, Carlos, pudo haber tenido la posibilidad de convertirse en obispo, pero él se convirtió a los pobres quienes le enseñaron a leer el evangelio, según sus propias palabras.

Mugica denunciaba la violencia institucionalizada, “la violencia del hambre”. ”Nosotros, sacerdotes de Jesucristo hemos comprendido que nuestro lugar está junto a los pobres”, decía. Más tarde, en 1968 se integra al Servicio pastoral de Villas de emergencia y comenzó a participar activamente en el Movimientos de sacerdotes del Tercer Mundo, ese mismo año estuvo en Francia donde vivió de cerca el “Mayo Francés “. En esa oportunidad viaja a Madrid para entrevistarse con Perón.

Mugica adhiere al Movimiento peronista por entender que es la instancia histórica que debe acceder un Cristiano para mirar las cosas desde el lado de los pobres. En 1972 formó parte del chárter del primer regreso del General Perón a la Argentina después de 18 años de exilio y gestiona la reunión de 60 sacerdotes tercermundistas que tuvieron con Perón, fue allí que se le ofreció el primer puesto en la lista de Diputados de la Capital, tras consultar con los sacerdotes rechazó la propuesta.
“Estoy dispuesto a que me maten pero no a matar”, decía el Padre Mugica ante la avanzada del terrorismo de derecha que veía en él un enemigo, un defensor del pueblo sufrido y de los trabajadores.

El 11 de mayo de 1974 después de celebrar misa en la parroquia San Francisco Solano un hombre lo abordó sobre la calle Zelada, le dijo “padre Carlos…”, como le decían todos, le disparó quince balas con una ametralladora y se fugó en un Chevy color verde claro, con techo vinílico negro, que lo esperaba.
Ese hombre era el comisario Rodolfo Almirón, custodio de López Rega en el Ministerio de Bienestar Social, y uno de los jefes operativos de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) Almirón moriría en 2009, poco después de ser extraditado a la Argentina, luego de que se reabriera la causa de los crímenes de la Triple A, y fuesen declarados imprescriptibles.

Oscar Farías
Director de la Cátedra Memoria y Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Noroeste –UNNOBA-

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