Menos ejemplares producidos, más importaciones y ventas que no crecen. Así podría resumirse la actualidad de la industria de los libros en la Argentina, que cerró el año pasado con su segunda caída anual en cuanto a ejemplares impresos.
Los datos de la Cámara Argentina del Libro marcan que el año pasado se editaron 27.700 novedades, un 5% menos que en 2015. La cifra es similar a la cantidad de títulos (publicaciones con ISBN) lanzados en 2013, aunque refleja un incremento de 9000 en una década.
El escenario es más negativo en el volumen de ejemplares. Según la CAL, el año pasado la producción de libros se contrajo un 25% y se ubicó en los 62,6 millones, luego de caer un 35% en 2015. El total informado por la CAL para 2016 es la mitad que en 2014 y se ubica como la cifra más baja desde 2010.
La variable de ajuste, con las ventas en baja y novedades en valores relativamente constante, es la cantidad de ejemplares por edición. Los datos oficiales muestran que, entre las editoriales comerciales, caen las ediciones con mayor tirada. Concretamente, disminuyó un 43% el total de títulos lanzados con entre 10.000 y 20.000 ejemplares (el 3% del total), dismiunyó un 21% el lanzamiento de novedades con tiradas de entre 3000 y 5000 ejemplares (12% del total) y bajó un 16% aquellos lanzamientos de entre 3000 y 5000 (representan el 16% del total).
Además de las ventas, otro factor que influye negativamente en la industria son los costos locales, que en algunas circunstancias son menos competitivos que en el exterior. En el sector describen que una tendencia que se consolida es el de la «importación de servicios gráficos», que implica que libros editados y compilados en la Argentina se imprimen en el exterior. Según la CAL, el 86% de las novedades físicas producidos en 2016 en la Argentina se imprimieron en el país, aunque un 11% se imprimió en China.
Más allá del mercado interno, los números de 2016 profundizaron el déficit. Las exportaciones crecieron un 2,5% el año pasado y totalizaron US$ 27,8 millones. El pico de la última década se dio en 2008, con US$ 49,1 millones.
El mayor cambio, luego de años de cepo cambiario y trabas al ingreso de productos del exterior, se produjo en las importaciones. De acuerdo con el informe de la CAL, se incrementaron un 94,8% y totalizaron US$ 78,5 millones, el mayor monto desde 2012, aunque aún por detrás de los US$ 117,3 millones.