En medio de un operativo de seguridad y rodeado de al menos siete agentes, Lázaro Báez llegó a Comodoro Py para la indagatoria ante el juez federal Julián Ercolini, tras el frustrado intento de su abogado Maximiliano Rusconi de conseguir la nulidad de la citación.
El empresario K y titular de Austral Construcciones, que está preso en Ezeiza desde abril, está procesado por lavado de dinero. Hay expectativa sobre lo que dirá sobre la supuesta existencia de un plan para beneficiarlo con la adjudicación de obra pública en Santa Cruz.
Entre el lunes y ayer, ya pasaron los tribunales federales Cristina Kirchner y el exministro K de Planificación Julio de Vido. La exmandataria negó que fuera «socia o amiga» de Báez, denunció persecución política, no respondió preguntas y pidió la nulidad de la causa. En sintonía, el exfuncionario K presentó un escrito y dijo que se busca «criminalizar» a Cristina y que se la quiere «proscribir» para las próximas elecciones.
La indagatoria a Báez se realiza un día después de que el abogado de sus hijos, Santiago Viola, contradijera a Cristina al asegurar que en el expediente «hay constancia de negocios en común» entre la exmandataria y el titular de Austral Construcciones.
Viola indicó que los hijos del empresario, Leandro, Luciana y Melina, «están convencidos que cualquier aporte que el padre pueda hacer en el expediente le serviría para tener una mejor situación procesal y para estar más cerca de ellos y de su familia», pero aclaró que «ya no insisten» para que se presente como arrepentido.