La legalización del aborto promete convertirse en un debate a brazo partido en el Senado . El primer round de la pelea será para definir el plazo de la discusión y la cantidad de comisiones que tratarán el proyecto aprobado la semana pasada por la Cámara de Diputados.
La pulseada estará dada entre los sectores que rechazan el aborto, encabezados por un grupo de senadoras de Cambiemos que pretenden un debate extenso, y aquellos que apoyan la iniciativa y que, liderados por el jefe del bloque peronista, Miguel Pichetto (Río Negro), buscan darle un trámite veloz a la discusión y apurar la sanción de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
En ese sentido, Pichetto recibirá hoy, a las 15, al denominado colectivo de mujeres que impulsa la legalización del aborto. El encuentro, que implicará un fuerte gesto simbólico, será a las 15, en el Salón Illia del Senado.
La definición se conocería mañana, cuando se reúnan los presidentes de bloque con la titular de la Cámara alta, la vicepresidenta Gabriela Michetti , para acordar cuáles serán las comisiones que participarán en el debate y el cronograma de tratamiento.
Por el momento, hay dos comisiones que ya tienen asegurada su participación. Son la de Justicia y Asuntos Penales y la de Salud. Los sectores proaborto pretenden circunscribir la discusión a estas dos comisiones y achicar al máximo el número de expositores.
Sin embargo, desde la vereda de los «provida» se hace fuerza por ampliar el giro y hacer un debate amplio. «Hay que tratarlo con la trascendencia que el tema merece», afirmó Silvia Elías de Pérez (UCR-Tucumán). Ese sector propone incluir la Comisión de Legislación General, argumentando que participó en el debate de la iniciativa en Diputados. Por su parte, Michetti aboga por incluir a Presupuesto y Hacienda, que preside un opositor al proyecto: Esteban Bullrich , de Cambiemos.
En medio de esta pulseada surge un nombre desconocido para la Cámara baja: la Banca de la Mujer. Con capacidad de emitir dictamen y con el mandato de tratar temas de género, esta comisión permanente pero de carácter particular debería participar en este debate si se toma en cuenta que el reclamo social por la legalización del aborto ha sido liderado por los sectores feministas.
Comisiones en contra
Si bien el proyecto de legalización va sumando apoyos en el Senado, los números se presentan complicados en las comisiones donde la iniciativa deberá obtener dictamen para poder llegar al recinto.
Así, de las cuatro comisiones que podrían participar, el apoyo al aborto solo tiene ventaja en la de Salud, que preside Mario Fiad (UCR-Jujuy), quien todavía no se pronunció. De los 17 integrantes, diez ya se han manifestado a favor. Sin embargo, en las otras tres se hacen fuertes los sectores que se oponen al proyecto.
El escenario más complicado se presenta en la Comisión de Legislación General, en la que una decena de senadores, incluida su presidenta, Ada Itúrrez (Frente Cívico-Santiago del Estero), están en contra de la interrupción voluntaria del embarazo.
Otro tanto ocurre con la de Justicia. Si bien su presidente, Pedro Guastavino (PJ-Entre Ríos), se manifestó a favor de legalizar el aborto, al menos 9 de sus 17 integrantes están en contra.
En la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el sector que rechaza el aborto legal, entre los que se destaca el presidente Esteban Bullrich (Pro-Buenos Aires), también suman 9 voluntades.
Hay que tener en cuenta que para que un proyecto pueda obtener luz verde para ser discutido en el recinto del Senado debe obtener previamente mayoría de firmas en cada una de las comisiones intervinientes en su tratamiento.
En este sentido, habrá que estar atento a los cambios que puedan producirse en la conformación de las comisiones hasta el momento del inicio del debate.
Ya ocurrió en la discusión del matrimonio igualitario, cuando algunos senadores que rechazaban la iniciativa fueron reemplazados para permitir que el proyecto pudiera llegar al pleno de la Cámara alta.
Aquel antecedente podría repetirse.
Tampoco se descarta que algún legislador acompañe en disidencia total o parcial el proyecto, lo que ayudaría a poder volcar la relación de fuerzas actual.