Los docentes de todo el país pararán este jueves en reclamo de mejoras salariales, una mayor inversión en infraestructura escolar y contra el fuerte recorte en el área educativa que busca implementar el gobierno de Mauricio Macri a partir del próximo año en el marco del ajuste que reclama el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La huelga se hará en una semana muy especial para los educadores argentinos. Hoy se celebra el Día del Maestro, pero los docentes tienen poco para celebrar. Así lo dejó en evidencia un nuevo informe del Observatorio Argentinos por la Educación que reveló que uno de cada tres educadores tiene que trabajar en más de una escuela.
En la Primaria, el 28% de los docentes enseña en dos instituciones mientras que el 3% lo hace en tres y hasta cuatro escuelas. La proporción de «docentes taxis» que corren de un establecimiento a otro es todavía mayor en la secundaria donde el 47% de los profesores trabaja en dos, tres o más escuelas.
El informe advierte que el pluriempleo caracteriza a la profesión docentes en la Argentina. Por caso en el secundario sólo el 26% de los docentes trabaja en una sola escuela.
«Si bien los regímenes laborales son diferentes –en primaria la organización es por turnos, mientras que en secundaria es por horas cátedra–, la situación de pluriempleo afecta a los docentes en ambos niveles del sistema educativo. En secundaria, el pluriempleo se ve agravado por la cantidad de cursos que tiene a su cargo cada docente» advierte el informe. El 20% tiene a su cargo cinco, seis o siete cursos; y el 10%, ocho o más cursos dentro de esa misma institución.
Esta situación, aseguró Claudia Romero, directora del área de educación de la Universidad Torcuato Di Tella, afecta la calidad educativa. «El pluriempleo de los docentes atenta contra el ejercicio profesional de su rol y la calidad de la enseñanza», señaló.
Y abundó sobre el tema del pluriempleo. Según explicó, obedece a las condiciones en que se estructura el trabajo docente. Sobre todo en el nivel secundario donde los profesores son contratados por «horas cátedra» y se ven obligados a juntar horas en distintas escuelas para llegar a un salario que les permita vivir.
«Esto es más grave en las materias que tienen poca carga horaria en el currículum. Además hay que tener en cuenta que los docentes en Argentina ganan menos que otros profesionales de calificación similar», afirmó Romero.