La diputada María Eugenia Vidal, una de las referentes de Juntos por el Cambio, manifestó este lunes su deseo de ser presidente de Argentina de cara a las Elecciones 2023.
“A mí me gustaría ser presidenta, pero no estoy desesperada. Será si tiene que ser», admitió Vidal, ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires.
En ese marco, indicó que «nuestro candidato a presidente es aquel que pueda ganarle al kirchnerismo. Nuestro objetivo debe ser ganarle a este Gobierno y estar unidos para terminar con esta etapa de incertidumbre».
“La decisión de ser presidente es muy personal, porque implica un cambio de vida y pagar costos muy altos. A mí me gustaría, pero no estoy desesperada. En 2023 puede ser Horacio, Patricia, Mauricio o algún radical, también puedo ser yo», agregó sobre los posibles candidatos a presidente en las próximas elecciones.
La diputada de Juntos por el Cambio sostuvo que su espacio político «aprendió de los errores» cometidos durante la presidencia de Mauricio Macri y que el objetivo ahora es hacerte frente al oficialismo.
En cuanto a las especulaciones sobre una posible incorporación de Javier Milei – diputado por La Libertad Avanza – a Juntos por el Cambio, María Eugenia Vidal sostuvo que «Milei es el síntoma, no la enfermedad. Su surgimiento interpela a toda la casta política y refleja el hartazgo y el enojo que tiene justificadamente una parte importante de los argentinos por la falta de respuesta».
«Desde Juntos por el Cambio gobernamos y aprendimos, hemos construido equipos sólidos y hemos dado pelea contra la casta de la que Milei habla, contra Moyano, contra el Pata Medina, a los Castillo que recibieron condenas por parte de la Justicia, contra el narcotráfico y a los que traban el crecimiento de la Argentina. Una cosa son las ideas y otra muy distinta es llevar adelante las transformaciones», sostuvo Vidal en diálogo con Radio Rivadavia.
Por otro lado, Vidal también se refirió a su participación en el “tractorazo” del domingo: «Fui a acompañar y a dar una señal a todos los que producen, trabajan y se levantan temprano de que no están solos, de que entendemos su problema, de que no toda la política es indiferente a una Argentina que vive con 165 impuestos, con 60% de inflación, a la que todo le cuesta mucho. No todos los políticos vivimos en una realidad paralela».