En el inicio de la visita de Estado del presidente Mauricio Macri , la famosa grieta volvió a quedar en evidencia. Una veintena de manifestantes de la agrupación H.I.J.O.S., residentes en este país, entonó consignas contra el presidente durante la ceremonia de bienvenida en la plaza Dam.
«30.000 presentes» y «Macri: hunger» fueron algunas de las frases que se sintieron durante la protesta. Sin embargo, del otro lado de la valla, el presidente contó con el apoyo de la misma cantidad de asistentes, que cantó el lema de campaña, «Sí se puede» y el himno argentino.
En el momento de mayor tensión, manifestantes de ambos grupos se cruzaron brevemente, comenzaron a insultarse e incluso una persona fue detenida.
«Sabíamos que iban a venir, por eso estamos acá», dijo a LA NACION Natalia Díaz Romero, que vive en Holanda hace 15 años y encabezó la respuesta a la protesta de H.I.J.O.S.
La manifestación, para la que se pidió permiso a la Policía local, fue organizada: los integrantes del grupo tenían un megáfonos, redoblantes y silbatos para llamar la atención. «Esa no es la Argentina», decía una señora que cruzó toda la plaza para increpar a los que protestaban.
Luego de que Macri presentara la ofrenda floral a los caídos en la Segunda Guerra Mundial terminó el cruce.