La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) presentó una acción de amparo solicitando a la justicia provincial que ordene al Gobierno de Mendoza y a la Dirección General de escuelas que suspendan las clases presenciales por el lapso de dos semanas.
Mediante un comunicado la APDH de Mendoza expuso que «la solicitud persigue la finalidad de que se ordene una medida evidentemente necesaria para desacelerar la propagación de la pandemia».
«El organismo humanitario entiende que el gobierno incurre en una conducta arbitraria cuando omite tomar medidas restrictivas temporarias a la presencialidad a la luz de los alarmantes datos sobre la segunda ola de Covid-19 y de numerosas publicaciones científicas internacionales que señalan el rol de los establecimientos escolares en la cantidad de personas infectadas y decesos», agregaron.
En el texto del Amparo se indica que la provincia de Mendoza se encuentra técnicamente en situación de “alto riesgo sanitario” y por lo tanto en condiciones epidemiológicas que ameritan “adoptar medidas de limitación de la circulación” (Decreto P.E.N. N° 4/2021).
El pedido de suspensión de presencialidad en las actividades educativas se sustenta en publicaciones científicas de prestigio internacional y especialistas que indican, por ejemplo:
– Las simulaciones realizadas en Europa sugieren que la reapertura de escuelas puede aumentar el riesgo de transmisión en comunidades donde la transmisión ya es alta.
– Los niños mayores de 10 años pueden transmitir el SARSCoV-2 tan eficientemente como los adultos.
– Sin mitigación se corre el riesgo de que la transmisión se agrave, esta vez con variantes más virulentas que resultará en más cuarentenas, cierres de escuelas y ausentismo.
– Hubo treinta mil (30000) muertes más por Covid -19 en los escenarios de la reapertura de instituciones educativas. A pesar de las medidas de seguridad, las instituciones educativas tendrían un rol en la transmisión del virus.
– La apertura de los establecimientos escolares impacta negativamente en el crecimiento de contagios y decesos debido al SARS-CoV-2 y que el cierre de los mismos constituye una estrategia valiosa para mitigar su transmisión.
– Es conveniente abrir escuelas sólo cuando la transmisión es baja y cuando se pueden implementar medidas de mitigación apropiadas.
– Las clases presenciales incrementan los casos.