A los 82 años murió Abelardo Castillo, uno de los grandes escritores argentinos. Fundador de la mítica revista El escarabajo de oro, eximio cuentista -algunos de sus cuentos como «Conejo» y «El hermano mayor» quedarán en la historia- y respetado formador de escritores, Castillo no se recuperó de una cirugía que le provocó una infección intestinal, según informaron allegados al escritor.
Castillo publicó su primer material en 1959 y muy pronto ganó un concurso, cuyo jurado estaba compuesto por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. En su larga carrera obtuvo numerosos premios nacionales e internacionales y algunos de sus cuentos, novelas y obras de teatro fueron traducidos al inglés, francés, italiano, sueco, alemán, eslovaco, esloveno, ruso, polaco, húngaro, griego y macedonio. Entre sus novelas se cuentan El que tiene sed (1985), un retrato de un escritor alcohólico, Crónica de un iniciado (1991) y El evangelio según Van Hutten (1999). También incursionó en la dramaturgia con obras como «Israfel», un homenaje a uno de sus autores favoritos, Edgar Allan Poe.
La muerte de Castillo se suma a otras recientes de grandes escritores argentinos, como Ricardo Piglia, Andrés Rivera y Alberto Laiseca.
