Tras agonizar por tres días, el pasajero del colectivo de la línea 152 apuñalado murió en la tarde de este miércoles en el hospital donde estaba internado. El asesino es otro hombre con el que discutió a bordo del vehículo porque había subido sin pagar y no mantenía distancia social. Después del ataque, el agresor le dejó el cuchillo clavado en el abdomen a la víctima e intentó escapar pero fue detenido.
El violento episodio ocurrió el último lunes a las 19.30 en el cruce de avenida Santa Fe y Vidt, en el barrio porteño de Palermo, donde efectivos de la Comisaría 14A fueron alertados por un colectivo de la línea 152 detenido.
Uno de los pasajeros, identificado como Franklin Bedón Galarza (44), de nacionalidad peruana, estaba con un cuchillo clavado en el abdomen; y el imputado José Báez (39) era retenido en la vereda por un grupo de vecinos.
De inmediato la víctima fue trasladado al Hospital Rivadavia con el cuchillo de carnicero aún clavado en el abdomen y tras someterse a una cirugía, estaba recuperándose, aunque su cuadro empeoró en las últimas horas y murió en la tarde del miércoles.
Más temprano, el hombre detenido por el ataque fue indagado por la “tentativa de homicidio” por Darío Bonnano, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 33, y el fiscal Santiago Vismara, de la Fiscalía N°10 del mismo fuero.
El imputado, que tiene antecedentes penales por “resistencia a la autoridad y robo” de 2017, se negó a declarar y continuará detenido en la causa que cambió su calificación legal a “homicidio”, informaron fuentes policiales y judiciales.
Los investigadores reconstruyeron que el ataque comenzó unas cuadras antes a bordo de ese interno 56 de la línea 152, cuando Báez se subió sin pagar a la unidad y se ubicó muy cerca de una pareja que había ascendido al colectivo junto con él.
En ese momento, el pasajero Bedón Galarza salió en defensa de esa pareja, le dijo a Báez que mantuviera la distancia y así inició una discusión que culminó cuando el ahora detenido extrajo un arma blanca y lo apuñaló.
El agresor bajó del colectivo e intentó escapar a la carrera, pero un encargado de un edificio de la cuadra que advirtió que algo había sucedido con ese hombre que escapaba, lo interceptó y lo retuvo con ayuda de otros vecinos hasta la llegada de la Policía.
