Sin llegar a saber quién fue el autor del crimen de su hija, Delía «Nené» Grassi, madre de Nora Dalmasso, asesinada en noviembre de 2006 en su casa de la localidad cordobesa de Río Cuarto, hecho que sigue impune tras la absolución del viudo Marcelo Macarrón a principios de julio pasado, murió debido a un problema de salud.
Fuentes de la familia informaron que la salud de Grassi, de 91 años, estaba complicada desde 2019, cuando sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) que le dejó graves secuelas.
Por ese motivo, la mujer no pudo presentarse como parte querellante en el juicio por el crimen de su hija ni declarar en el debate en el que su yerno fue juzgado entre el 14 de marzo y 5 de julio últimos en los tribunales de la ciudad cordobesa de Río Cuarto y terminó absuelto.
En diciembre de 2006, a pocos días del crimen de su hija, Grassi había manifestado que a Nora la habían “matado por venganza” y que había sido obra de “la mafia”.
“Al que la mató no lo van a encontrar, porque ese hombre no es de acá, lo han mandado de otro lado. Son de esos matones pagados. A mi hija la han mandado a matar, fue bien premeditado y calculado», había afirmado la mujer.
El fiscal Luis Pizarro, el último que instruyó la causa y la elevó a juicio, entendió que el viudo Macarrón había contratado sicarios para asesinar a Nora y, a partir de esa hipótesis, lo acusó por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, la alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal” al entender que actuó por “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas”.
No obstante, el tribunal técnico de la Cámara del Crimen de Río Cuarto y un jurado popular, absolvió a Macarrón luego de que el fiscal del juicio, Julio Rivero, no formulara acusación en su contra por falta de pruebas.