En medio de cambios de autoridades del área de Seguridad en la provincia de Santa Fe con el objetivo de paliar la crisis, dos nuevos homicidios ocurridos este viernes en diferentes lugares de la ciudad de Rosario llevaron la cifra de asesinatos al récord de 175 víctimas en lo que va del año.
Uno de los homicidios ocurrió alrededor de las 20 en el barrio Ludueña de esta ciudad, ubicado en el Distrito Noroeste, donde unas horas antes un grupo de vecinos se había reunido en una plaza para rezar y pedir paz por un asesinato anterior. Junto a Empalme Graneros, enclave lindero, el barrio Ludueña concentra la mayor porción de los asesinatos ocurridos en los primeros siete meses del año.
Voceros del Ministerio de Seguridad explican el fenómeno por la disputa armada entre dos bandas criminales barriales que se referencian en los capos de organizaciones criminales más importantes: Los Monos y la liderada por Esteban Alvarado. En ambos casos, los cabecillas están presos y condenados, pero continúan operando ilegalmente en el territorio.
En ese marco, un joven de 19 años fue asesinado alrededor de las 20 de anoche en la esquina de Matienzo y Tucumán, en el mismo barrio. La víctima fue identificada como Alan Agustín Ferrari y, según las primeras averiguaciones, fue trasladada en un auto con las manos precintadas y fue bajado del vehículo en ese lugar, donde fue ejecutada a tiros sobre la calle.
Los exámenes médicos primarios determinaron que el cuerpo del joven mostraba cortes y golpes en el cuerpo y una “posible herida de escopeta”, indicaron fuentes policiales. En la escena del crimen siete vainas servidas de calibre 9 milímetros fueron secuestradas y el fiscal que investiga el caso, Ademar Bianchini, ordenó la realización de la autopsia.
Por la tarde, vecinos de la zona se reunieron en una plaza ubicada en Magallanes y Vélez Sarsfield, del mismo barrio Ludueña para rezar “por la no violencia”, ante el incremento de asesinatos en la zona.
Una hora antes del crimen de Ludueña, un joven de 21 años fue asesinado también a tiros en la zona sur de Rosario, en inmediaciones de Avenida del Rosario al 400 bis. Según fuentes policiales, el joven identificado como Alejandro Gabriel Ramua fue atacado por desconocidos que se movían en moto y alcanzó a ingresar a su domicilio, donde finalmente murió como consecuencia de las heridas. Personal médico constató una herida de bala a la altura del corazón, precisaron los informantes.
En la misma dirección había sido incendiado intencionalmente la noche del jueves un automóvil que estaba estacionado frente al domicilio de la víctima. Tres homicidios se produjeron en la ciudad de Rosario desde el miércoles pasado, cuando asumieron las nuevas autoridades del Ministerio de Seguridad de Santa Fe.
Ese día el gobernador, Omar Perotti, tomó juramento al titular de la cartera, el comisario general retirado Rubén Rimoldi, quien a la vez designó un nuevo jefe de la fuerza de seguridad. Perotti puso así fin a la gestión de Jorge Lagna al frente de Seguridad, quien estuvo en el cargo casi un año y medio en medio del crecimiento de la violencia letal.
El Departamento Rosario, el más poblado de la provincia, registra 175 homicidios en lo que va del año, la cifra más alta de la última década. Los datos del Observatorio de Seguridad Pública de la provincia señalan que 117 de esos casos corresponden a disputas entre “organizaciones criminales” de la “economía ilegal”, fundamentalmente el narcomenudeo y otros delitos conexos.
El 76% de los crímenes acumulados hasta el 7 de agosto habían tenido “planificación previa” y en el 55% de los hechos los investigadores determinaron que existió “mandato o pacto previo”, de acuerdo a las estadísticas oficiales.