En medio de la cuarentena, la Secretaría de Género y Derechos Humanos de Rosario inició la campaña “Convivir con Igualdad” en redes sociales para invitar a los hombres a compartir sus experiencias hogareñas y así concientizar sobre la carga de los hogares e invitar a los miembros de la familia a repartir tareas.
Para esto, la Municipalidad publicó un video propio en el que reunió al atleta olímpico Federico Molinari, el periodista Pablo Montenegro, el concejal Lichu Zeno y los actores Juan Pablo Yevoli y Juan Biselli compartiendo sus experiencias. La iniciativa fue lanzada bajo el hashtag #ConvivirConIgualdad.
En este contexto, Cadena 3 dialogó con María Corvalán, abogada, docente y activista feminista quien resaltó el uso de la palabra “corresponsabilidad” por parte de los impulsores de la iniciativa.
“En primer lugar, me parece resaltar que la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral no ha sido acompañada del ingreso de los varones a la esfera doméstica. Nos parecen valiosas en cuanto a que es importante la palabra, porque hablan de que no deben ayudar sino de una corresponsabilidad», dijo.
«El espacio doméstico es una corresponsabilidad, no es que los hombres nos ayudan.«
Para Corvalán, hay una cuestión cultural que tiene que ver con la separación de la esfera doméstica y la pública.
“Pareciera que esos dos lugares no dialogan y, en realidad, para que la esfera pública se pueda sostener, deben realizarse todas las cosas que se hacen en la esfera privada», comentó.
«La esfera reproductiva doméstica no se sostiene por sí sola.«
Además, hizo hincapié en que la cuarentena “pone sobre la mesa y hace visible” este tipo de situaciones pero que esto debería ser “acompañado por nuevos pactos”.
Finalmente, indicó que esto puede ser una “oportunidad para tomar conciencia sobre las desigualdades”.
«No hay que afianzar la idea de que la igualdad es algo conseguido. Es una labor permanente para desnaturalizar la cuestión de género y entender que son roles dinámicos.»
«Aun cuando los varones se involucren, responden a un diseño que es de la mujer. Las mujeres organizamos el esquema, pero somos nosotras las que hicimos el diseño invisible y no deja de ser una carga. Valorar las tareas de subsistencia, las tareas de cuidados, establecer nuevos acuerdos”, finalizó.