Un hombre de 33 años denunció a una farmacia de Ramos Mejía por una negligencia que afectó la salud de su hijo. Según contó el padre a las autoridades policiales, este lunes fue a un comercio a comprar ibuprofeno para su niño de 7 años, que estaba con fiebre, y en vez de darle el antiinflamatorio le vendieron Viagra. El pequeño, tras consumir la pastilla, vomitó y terminó internado en observación.
Los hechos
Eduardo Padilla, un venezolano de 33 años que desde hace cinco reside en la Argentina, se dirigió este lunes a la farmacia Triunvirato, ubicada en la calle Medrano al 800, para comprar un medicamento que pudiera ayudar a su hijo, que estaba con fiebre.
Al llegar, según consta en la denuncia policial, pidió un “ibuprofeno masticable para niños”. La empleada le dio unas pastillas y le dijo: “Son estas, son iguales. Tienen sabor a menta o a frutilla”. El cliente confió en la información de la empleada y compró dos blisters de tres pastillas por las que pagó 600 pesos.
De vuelta en su domicilio, “le dio a su hijo una de estas pastillas y luego, a las 22.30, le dio otra», dice la denuncia. Minutos después, el niño le dijo que tenía dolor de cabeza, se puso rojo y empezó a vomitar.
Preocupados, Padilla y su pareja googlearon el nombre del fármaco, Viripotens-M-50 Sildenafil sabor frutilla, y se dieron cuenta que se trataba de una pastilla para la disfunción eréctil.
Tras conocer lo que efectivamente habían proporcionado al pequeño, se dirigieron de urgencia a la clínica Trinidad, donde el nene quedó en observación hasta el martes por la tarde, cuando le dieron el alta.
El reclamo en la farmacia
Al día siguiente de lo ocurrido, el hombre volvió a la farmacia y filmó su reclamo ante la vendedora que lo había atendido. «Ayer yo vine a comprar pastillas masticables para niños y mira lo que me vendieron. ¿Sabés lo que es esto? Una pastilla para la disfunción eréctil. Le di dos pastillas de estas a mi hijo ayer y lo tengo en el hospital», le dijo, mostrándole el ticket de la transacción.
“¿Te das cuenta que pueden haber matado a una persona y ni se enteran? Por negligencia», insistió el hombre a la empleada.
La mujer le echó la culpa al cliente y le dijo que él no le había aclarado que quería un remedio pediátrico. “Me dijiste pastillas masticables pero no me dijiste para niños”, fue la respuesta de la vendedora, que dijo que pensó que el hombre le había pedido “en clave” una pastilla para la disfunción eréctil, algo que en realidad debe venderse bajo receta.
«Sí, te dije que el niño tenía fiebre, si eran esas. Te pregunté qué componente tenían. ‘Sí, son estas’, me dijiste. Y aún así, no siendo para niños, no deberías haberme vendido esto porque yo no te pedí Viagra. Pudiste haber matado a mi hijo, ¿Entendés la gravedad del asunto?», le contestó el hombre.
Padilla ingresó una denuncia contra el comercio en la Comisaría 2° de Ramos Mejía. “Ahora estamos esperando que avance la investigación”, dijo en diálogo con Canal 13.