El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, aseguró este lunes que en el actual contexto económico «no se puede hablar de un bono», luego de que el Gobierno impulsara un monto extra para los empleados del sector privado.
«Hay una enorme recesión, caída de ventas, y muchas empresas no podrían pagar un bono. Las Pymes están tratando de subsistir, así que es difícil hacer algo por decreto. Hablar de un bono no se puede, aunque sí ver cómo recomponer los salarios», indicó Acevedo.
El dirigente señaló dos cuestiones a tener en cuenta: «La coyuntura, que está muy sesgada por el tema político, y la otra es que no tenemos un plan productivo». Y agregó a radio Futurock: «El aumento de la capacidad de compra de la gente es una prioridad también para los empresarios, pero en este contexto es muy difícil. Posiblemente el Estado tenga la capacidad de dar ese aumento, pero el privado no».
De esta manera, el dirigente salió al cruce del anuncio del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, quien había impulsado un bono, en principio, de 5 mil pesos en compensación por la última devaluación y el repunte de la inflación, aunque luego había aclarado que no estaba cerrado.
Por otro lado, Acevedo reveló detalles de su encuentro con el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández. «El acto de Tucumán fue por los 50 años de la UIA ahí, pero tuve la oportunidad de reunirme el día anterior en Buenos Aires. Me invitó a tomar un café, yo no lo conocía. Y lo vi como una persona preocupada por el futuro», dijo. Y en este sentido, amplió: «Cualquier candidato a presidente tiene que estar pensando en cómo recobrar confianza, porque acá se ha perdido totalmente».
En caso de que Fernández asuma la Presidencia, el titular de la UIA pidió generar consensos: «El primer consenso tiene que ser entre los políticos, los oficialistas y la oposición, para decir: ‘Este es el pais que estamos pensando los argentinos’. Si lo que se dice es razonable, claramente se van a encolumnar los demás». Y cerró: «Tenemos una Argentina que puede acordar, porque no tiene problemas de magnitud o problemas insalvables. No hay un problema religioso que divida totalmente, hay una grieta política».
