Tras ser internada en el Sanatorio Cantegril de Punta del Este por complicaciones de Covid-19, se confirmó que Susana Giménez tiene una neumonía unilateral, que compromete su pulmón izquierdo, y sus médicos evalúan trasladarla a Buenos Aires para que sigan su casos los profesionales del Sanatorio Otamendi.
La diva fue hospitalizada por presentar un nivel bajo de saturación y permanece en una habitación normal, sin respirador. Y aunque no puede hablar mucho porque se agita, está de bien ánimo y pasó una buena noche. «Susana esta bien, es normal que entre el día 6 y 8 (de la enfermedad) la tos moleste más. Le están haciendo todos los estudios que le tienen que hacer. Está súper cuidada, contenta. Está bien», explicó su hermano, Patricio Giménez, a través de sus redes sociales.
Por su parte, Marcelo Polino contó en «Flor de equipo» que en caso de que no regrese a la Argentina, es probable que la animadora pase a una clínica de mayor complejidad en Montevideo. Cabe recordar que «Su» recibió la segunda dosis de la vacuna de Pfizer en el Campus de Maldonado el viernes 4 de junio y al día siguiente comenzó a presentar síntomas compatibles con el virus.
Tanto ella como su hija, Mercedes Sarrabayrouse, se testearon y dieron positivo, pero no quisieron hacerlo público. «Susana no quería que se sepa ni preocupar a nadie o que estemos hablando todos del tema», señaló Ángel De Brito en «Los ángeles de la mañana».
Desde que se instaló en Uruguay, a fines de mayo de 2020, la diva se recluyó en La Mary, su mansión y se mantuvo muy estricta con los cuidados para prevenir los contagios del virus. Según trascendió, solo veía a su hija, con quien convive, su nieta que actualmente está en Estados Unidos, y su hermano y cada vez que alguien quería ir a visitarla, pedía que se hisoparan.
En una reciente charla con el programa «Pan y Circo», que conduce Jonatan Viale por Radio Rivadavia, Susana indicó: «No me dan ganas de volver a la Argentina. Mi casa no tiene el aire como acá. Extraño algunas cosas y a mis amigos».
«Pienso que si esto tiene algún arreglo, volvería. Pero no quiero Argenzuela. No voy a volver en Argenzuela. Trabajé mucho en Venezuela y se me caen las lágrimas… La gente esta deprimida, no hay laburo y el trabajo es lo principal. No se puede vivir de un bono, de mendigar. No es así. Se perdió la cultura del trabajo», agregó y generó polémica con sus dichos.