Cayó en marzo de 2019 en la región centro del país. Fue durante una tormenta eléctrica, alrededor de las 5 de la mañana.
Según los registros de la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés), el rayo de mayor duración en todo el mundo cayó en 2019 en la Argentina. Superó los récords vigentes, con una duración de casi 17 segundos.
El 4 de marzo del año pasado, durante el feriado por Carnaval en el país, ocurrió un hecho inédito alrededor de las 5 de la mañana. En plena tormenta eléctrica, en el centro del país una franja del cielo se iluminó por completo.
Lo certificó el jueves un comité de expertos de la organización, al dar a conocer dos nuevas marcas mundiales. La otra fue la de «mayor alcance» y se dio en Brasil.
«El 4 de marzo de 2019, en el norte de Argentina, se batió un nuevo récord de duración de un rayo que se desarrolló continuamente durante 16,73 segundos», detalló el organismo en un informe publicado en la revista científica Geophysical Research Letters, de la Unión Geofísica Estadounidense.
La información fue difundida de cara Día Mundial de la Seguridad contra los Rayos, que se celebra el 28 de junio. Según los gráficos publicados junto con el informe, el fenómeno se dio en la región central, en una franja que va desde el límite entre la Provincia de Buenos Aires y Entre Ríos hasta el sur de Córdoba.
El registro duplicó el de la marca anterior, que había sido de 7,74 segundos, y cayó el 30 de agosto de 2012 en la Costa Azul, Francia.
Seis meses antes del fenómeno ocurrido en la Argentina, también en Latinoamérica, tuvo lugar otro récord. El 31 de octubre de 2018 se registró en el sur del Brasil el rayo de mayor extensión a nivel mundial: 709 kilómetros. Es decir, la distancia que hay entre Buenos Aires y Córdoba. En este caso, el registro también superó al antecesor, que fue de 321 kilómetros el 20 de junio de 2007 en el estado de Oklahoma, Estados Unidos.
«Estos son récords extraordinarios de rayos individuales. Las mediciones de fenómenos extremos ambientales son una prueba viviente de lo que la naturaleza es capaz de hacer, así como de los avances científicos que se han logrado para poder realizar esas evaluaciones», explicó el profesor Randall Cerveny, ponente de la WMO. «Es probable que existan fenómenos extremos aún mayores y que podamos observarlos a medida que evolucione la tecnología de detección de rayos», agregó.
Según detalló, la posibilidad de detectar estos rayos aumentó en los últimos años a partir del uso del satélite GOES16, ubicado en el Ecuador a 36 kilómetros de altura. Posee una cámara de alta sensibilidad que detecta los cambios de luminosidad en el tope de las nube y captura imágenes cada 20 segundos.