Represor condenado por 281 asesinatos y 383 secuestros pidió también el 2×1

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Tras el fallo de la Corte Suprema que habilitó el 2×1 para los represores condenados por delitos de lesa humanidad, el ex agente de Inteligencia condenado a prisión perpetua por delitos cometidos durante la última dictadura cívico militar Arnaldo José «Chubi» López solicitó a la Justicia de Córdoba que recalcule la pena en su contra.

Mariela Pérez Cesaratto, abogada defensora del genocida López, presentó este lunes un recurso judicial en los tribunales federales cordobeses para exigir que se revea la cantidad de años de sanción que debe cumplir uno de los torturadores del centro clandestino de detención «La Perla» para luego obtener la libertad morigerada. «López estaba sometido a proceso durante la vigencia del 2×1 y con el nuevo fallo de la Corte Suprema es posible hacer ese pedido», explicó la letrada en diálogo con la emisora local AM 580.

«Chubi» López, de 64 años, integró el Grupo Operaciones Especiales u OP3 del Destacamento de Inteligencia 141. En agosto de 2016 fue condenado a prisión perpetua como coautor de privación ilegítima de la libertad en dos ocasiones, pero además fue hallado culpable de la privación ilegítima de la libertad agravada en 383 hechos; de la imposición de tormentos agravados en 369 casos; del homicidio calificado de 281 personas; de la sustracción de menores, y tormento seguido de muerte a un detenido desaparecido.

«¿Con este planteo es posible que recupere la libertad?», le interrogó el cronista radial a la abogada en los pasillos judiciales. «No de manera inmediata», respondió Pérez Cesaratto, y agregó: «Le podría corresponder siempre y cuando se llegue al criterio jurisprudencial de habiendo cumplido ‘X’ cantidad de años de prisión, por más que esté condenado a perpetua, pueda tener un adelanto de su libertad».

La resolución de la Corte Suprema benefició con el cómputo de 2×1 al represor Luis Muiña, de 61 años, quien había sido condenado en 2013 a 13 años de prisión por ser «coautor del delito de privación ilegal de la libertad» e «imposición de tormentos» en cinco casos. La decisión de la mayoría constituida por los ministros Elena Highton de Nolasco, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz sostuvo que el beneficio de la ley penal más benigna resulta extensivo al caso de Muiña y se aplica «siempre» a todos los delitos, sin distinción alguna, interpretación que fue rechazada por Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, los otros dos miembros de la Corte. Así, se declaró aplicable la ley 24.390 (conocida como 2×1), que estuvo vigente desde 1994 hasta 2001, cuando fue derogada, y que computa dos años por cada uno efectivamente preso a partir de los dos años de prisión preventiva.

Al ser consultada si otros represores a quienes representa judicialmente van a iniciar el mimo pedido, la letrada de López dijo: «No todos pueden pedir el 2×1 porque no todos tienen la posibilidad de acogerse, sino que habrá que analizar cada causa de manera individual».

Después de tres años y ocho meses de proceso, el juicio de la megacausa La Perla-Campo La Ribera concluyó con la perpetua al ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez y otras 27 personas, cinco absoluciones y otras diez condenas. En la pesquisa hubo 716 víctimas involucradas, de las cuales 279 están desaparecidas, mientras que en 71 casos se recuperaron e identificaron los restos. Fue el primero de los Juicios por la Verdad que reconoció delitos de la lesa humanidad anteriores a marzo de 1976.

«Chubi» López fue detenido caminando por la peatonal de la ciudad Córdoba en marzo de 2005. Hacía tres años que tenía pedido de captura. Cuando el TOF N°1 le dio la última palabra antes del veredicto, dijo que en el juicio se violaron sus garantías constitucionales. «No tengo un tribunal imparcial, sino de condena. Nuestra foto, esa que los fotógrafos nos sacan todos los días y que parece más un fusilamiento de flashes, han recorrido el mundo». Al escuchar la sentencia a perpetua en el recinto, se levantó de la silla de los acusados, agitó sus brazos e insultó a viva voz a los familiares de desaparecidos. «Los vamos a secuestrar», les gritó adelante de las cámaras y micrófonos. Ahora, busca quedar en libertad.

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