En las últimas horas se difundió una carta escrita de puño y letra de Nahir Galarza que habría escrito antes de entregarse a la fiscalía para relatar todos los hechos que sucedieron el 29 de diciembre antes del crimen de Fernando Pastorizzo. En la misiva, que consta de 11 puntos, la joven hace puntual hincapié en los hechos de violencia que Fernando ejerció contra ella ese día y los días previos al crimen.
Sin embargo, la carta no fue presentada como prueba en el juicio y ahora en la primera instancia revisoria del fallo podría incluirse ycambiar el destino de la joven de 20 años que hace un año fue condenada a prisión perpetua.
“El manuscrito es real y de puño y letra de Nahir. Fue escrito por ella, contando sus vivencias durante las horas del trágico suceso, y lo hizo durante los minutos previos a entregarse en la fiscalía”, dijo Jorge Zonzini, exvocero de los Galarza en declaraciones radiales.
Lamentablemente por una contraorden a la que ella no supo cómo negarse, luego, ante el fiscal solo reconoció el hecho y entregó el arma de su padre sin mencionar el contenido del manuscrito”, explicó Zonzini.
“Cuando llegué, golpeé la puerta y agresivamente comenzó a preguntarme por qué no le atendía las llamadas», cuenta Nahir en la carta donde además asegura que la víctima no dejaba de insultarla a los gritos y que accedió a que la llevara a su casa. “Él se ponía violento y yo tenía que hacer lo que él quería. Y además no me gustaba verlo así en ese estado irreconocible”.
«Se puso violento». “Me agarró de los pelos y no paraba de decirme insultos muy graves que no quiero repetir porque me dan vergüenza”, aclaró. En el texto Nahir vuelve a insistir en que ambos disparos salieron del arma por «accidente», tal como relató durante el juicio y que las pericias contradijeron rotundamente.
Él frenó de golpe y se me salió el disparo», «Ni pensé si estaba cargada o no», «Me agaché para mirarlo y me sorprendió el segundo disparo. Yo estaba temblando demasiado y lo primero que se me cruzó por la cabeza fue mi papá», relató Nahir.
El hecho sucedió el 29 de diciembre del 2017. Horas mas tarde, Nahir se entregó a la fiscalía y confesó el crimen. En julio del 2018, la joven fue condenada a cadena perpetua por el crimen.