Con la proyección del Presupuesto 2019 de una inflación de 23%, la consultora Ecolatina pronosticó el alza anual superaría el 30%, empujada por el costo de los servicios públicos, las paritarias, la incertidumbre electoral y por los movimientos del dólar.
De acuerdo con el informe, si bien las renegociaciones de los salarios iniciarán en gran medida durante el segundo trimestre «ya se están poniendo en marcha cláusulas gatillo y de recomposición salarial que tendrán un impacto en los primeros meses del año».
Respecto a los servicios públicos, Ecolatina estima que marcarán un alza importante durante el primer trimestre que rondará el 18,5% impulsados por la ambiciosa meta de equilibrio fiscal primario impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que los servicios privados, que registraron una suba de 34% el año pasado, también buscarán una mejora.
Sin embargo, para la consultora el tipo de cambio no presentaría sobresaltos, con un alza que rondará el 7% durante el primer trimestre.
En detalle, proyectan que la inflación rondaría el 8,5% en el primer trimestre, con una baja sensible frente al último cuarto de 2018 pero permaneciendo en niveles elevados. En el segundo trimestre, «las presiones salariales se acrecentarían, producto del cierre de los principales acuerdos paritarios que buscarán recuperar la caída del salario real ocurrida el año pasado».
Los precios de los servicios públicos continuarían creciendo por encima de la inflación y acumularían un alza mayor al 10% en el período abril-junio, siguiendo a los anuncios realizados al cierre de 2018.
El dólar ingresaría en “etapa electoral”, marcando un avance también mayor al 10% en este trimestre y ajustándose de manera inversa a las chances de reelección del oficialismo.
Por esta razón, para Ecolatina la inflación persistiría elevada en el segundo trimestre, acumulando casi 9% y la suba de precios alcanzaría 18% en la primera mitad de este año.
Recién para el segundo semestre, «la inflación intensificará su proceso descendente» y «si bien la dinámica cambiaria se tornaría más agitada, la divisa no se mantendría sostenidamente por encima del techo de la banda cambiaria, e incluso es posible que marque una baja en el último trimestre producto del fin de la incertidumbre electoral».
Por su parte, los servicios públicos también ingresarían en “modo electoral” y los aumentos serían prácticamente nulos. Por último, pasada la temporada de negociaciones colectivas, los salarios dejarían de ser un foco de presión sobre el resto de los precios.
Por ello, estimaron que la inflación acumularía una suba cercana a 13% en la segunda mitad del año, finalizando el 2019 apenas por encima del 30%.