Así como Junín estuvo en boca de todo el país por culpa de los salvajes y temerosos que prendieron fuego la camioneta del verdulero que contrajo Covid-19 en un viaje de trabajo al Mercado Central; en Salta dio que hablar un estudiante de tan solo 18 años que cobró el IFE y se lo regaló a su vecino desempleado.
En tiempos de pandemia afloran los miserables, pero también aflora el corazón. Un joven estudiante de abogacía de 18 años de Orán, cobró el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y le regaló casi todo a un vecino de 60 años, quien no podía trabajar por la situación ni había podido acceder al beneficio que otorga el Gobierno.
Su padre, Manolo Manzano, viralizó la historia al contarla orgulloso en su muro de Facebook. La publicación del lunes 8 de junio obtuvo unos 2.700 likes, casi mil comentarios y fue compartida mil veces en la red social.
«NO DEBERÍA. No debería porque no puedo ser imparcial , mucho menos objetivo. No debería, porque me afecta y me incluye. No debería porque es mi hijo, pero aun así lo voy a publicar. Obviamente habrá quien critique mi parcialidad pero a esta altura, no me importa», arrancó en su muro Manzano.
«Joaquín obtuvo del estado la ayuda de $10.000 que otorgan a algunos. Juro que no se si lo gestionó o si lo entregan por ser mayor de edad o cómo le llegó esa ayuda. Lo cierto es que cuando Andrea me cuenta, me sentí mal por un amigo que tiene 60 años, que labura día a día, y por cuestiones del azar burocrático no había sido alcanzado por este beneficio», continuó.
«Recuerdo perfectamente la charla de sobremesa donde dije que me sentía un poco avergonzado, ya que mi hijo tiene de todo y más, vive cómodamente con nosotros y jamás tuvo que trabajar para ganar su alimento diario. En cambio, éste señor, laburante de años, independiente, por cuestiones de esta pandemia, estaba momentáneamente sin poder trabajar y para colmo no le había salido la ayuda social. Paga un alquiler de una pieza MUY modesta y tiene que pagar a diario su comida», siguió con la historia.
concluyó. «Ahí quedo nuestra charla con Joaquín presente. Se me acercó los otros días y me dice-Papá, toma. Llévale a X, $8000 para que disponga para sus gastos–. Juro que sentí como el pecho se me inflaba como queriendo explotar de orgullo. Le dije–Andá en el auto a entregárselo vos mismo–. CÓMO NO LO VOY A PUBLICAR!!!! Si cada vez que me acuerdo, me dan ganas de llorar….».