El tortugo Jorge dejó el piletón-jaula que habitó durante 38 años en Mendoza y fue trasladado en un vuelo privado hacia el Centro de Rehabilitación de Fauna Marina (CRFM) de la ciudad bonaerense de Mar del Plata, donde planean alojarlo en una laguna, informaron fuentes comunales.
La operación de traslado comenzó cerca de las 8:30 cuando el animal fue ingresado a un avión, que en un vuelo privado fue trasladado hacia el CRFM donde continuará su rehabilitación y adaptación a un estanque de mayores dimensiones, para luego ser removido a una laguna lindante al mar.
Según se informó esta mañana, “la municipalidad de la ciudad mantendrá la tutela legal de Jorge y asegurará que cada etapa sea cumplida de manera correspondiente para que el tortugo goce de mayor bienestar animal”.
Para Sebastián Fermani, el subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Mendoza, se trata de “un hecho histórico”, ya que “Argentina no cuenta con antecedentes como este traslado de un tortugo como Jorge”.
Esta mañana, el tortugo de entre 65 y 72 años y 99 kilos dejó el estanque de 20.000 litros de agua del exacuario de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza donde vivió, ahora convertido en un “Centro para la Conservación de la Biodiversidad”.
Hoy, cuando llegue al Centro de Rehabilitación del Aquarium Mar del Plata, el animal tendrá una etapa de adaptación en un estanque de 120 mil litros de agua marina, y se espera que luego pueda ser traspasado a una laguna colindante al mar, detallaron desde el municipio.
Fermani dijo que adentro del avión “Jorge va a ir ubicado dentro de un contenedor, con una base de colchón húmedo”, acompañado por dos veterinarios, quienes controlarán su comportamiento durante todo el viaje. “La temperatura es regulada dentro del avión, y no prevén mayores riesgos que ese”, comentó el funcionario.
El proyecto de evaluación, traslado, rehabilitación y eventual reinserción en el mar del tortugo Jorge prevé diferentes etapas como la adaptación al nuevo medio, Cuarentena y adaptación inicial; traslado a pileta intermedia, luego a una grande/profunda y Ejercitación; y finalmente el traslado a laguna marina.
En tanto para una última etapa “existen tres opciones dependientes del grado de avance de cada una de las anteriores y las condiciones técnicas, logísticas y del momento”, informaron desde la comuna.
A principios de 1984, en una playa cercana a Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina), fue rescatado por pescadores este ejemplar macho de tortuga marina, herido y entumecido por el frío, y el Instituto Oceanográfico Argentino, con sede en esa ciudad, lo identificó como parte de la especie Caretta caretta.
“Fue sugerencia de los expertos buscar una institución en el país para su mantenimiento en cautiverio, sin considerar la posibilidad de devolver el animal a su hábitat natural, acorde a la usanza de la época», explicaron desde la comuna y contaron que el Acuario Municipal de la Ciudad de Mendoza «era la única institución con infraestructura adecuada para recibirlo». Por ello, fue despachado vía aérea a la Ciudad de Mendoza (en una caja de madera construida especialmente para el animal).
El tortugo fue recibido el 4 de marzo de 1984 en el acuario, pesaba al llegar 40 kilos (actualmente, alrededor de 100 kilos) y luego de estar en varios sectores, se lo trasladó en febrero del 2006 a su actual recinto, un estanque de 20.000 litros de agua marina artificial.