Una abuela se encadenó junto a su hijo en la puerta de su casa ubicada en el barrio porteño de Mataderos para reclamar una solución a la empresa de energía eléctrica luego de estar casi 90 horas sin luz.
Mariana tiene 86 años y estuvo casi cuatro días sin luz, soportando las altas temperaturas sin ventilador y sin siquiera poder tomar agua fresca.
«Primero se encadenó mi hijo y después yo. Hice más de 20 denuncias y nunca vino nadie de la empresa. Sólo vino un vecino que me realizó una conexión temporal», contó la anciana en declaraciones a C5N.