La joven, una argentina de 22 años, ganó el premio más importante para estudiantes de fotografía que entrega la organización mundial de esa especialidad (WPO) y del que participaron 500 universidades de todo el mundo, con una muestra que retrató la lucha de los integrantes de una cooperativa de trabajo para evitar su cierre en la localidad bonaerense de Azul.
«Casi me muero de la emoción. No podía parar de llorar antes de que anunciaran el ganador y fue mucho peor cuando dijeron que yo era la campeona», expresó a Télam Michelle, quien aún está en Londres, donde le entregaron el premio el pasado 20 de abril.
La joven fue la representante de la escuela de fotografía Motivarte de Buenos Aires, que participó en ocho de las diez ediciones en las que se entregó el premio, de las cuales en cinco llegó a la final.
«Es una alegría inexplicable, aún no caí. Para mí ya era un orgullo haber sido elegida como la mejor de mi escuela, así que esto está mucho más allá de lo que imaginaba», aseguró emocionada.
Unos 250 alumnos participaron de la convocatoria que la escuela abrió en noviembre del año pasado. Había que enviar una fotografía que iba a representar a la escuela. Fue entonces cuando Michelle mandó el autorretrato «Adiós», bajo la temática que la WPO se había propuesto como disparador: «Recuerdos».
«La foto que mandé era un autorretrato en el que estoy llorando. Yo estaba pasando un momento muy especial con mi papá y había tomado la foto para una materia del último año de la carrera. La mandé porque estaba muy anclada en la consigna que habían puesto en el concurso», recordó la joven.
Después de ser elegida como la mejor de su escuela, la foto de Michelle compitió con otras 500 de todo el mundo y fue seleccionada como una de las diez finalistas. Participaron además de Argentina países como Estados Unidos, Inglaterra, Escocia, Alemania, Japón, Sudáfrica y Malasia.
«La empresa patrocinadora del evento les regaló a los finalistas una cámara fotográfica y les dio una nueva consigna («Emociones») con la que tenían diez días para entregar hasta diez tomas acompañadas por un epígrafe. Entre las dos debían contar una historia», explicó Jonas Papier, director de Motivarte, quien viajó junto a Michelle y a su docente a la premiación en Londres.
Para la nueva consigna, Michelle eligió retratar la historia de una papelera de la ciudad de Azul, de donde ella es oriunda, en la que sus trabajadores luchan para evitar su cierre y mantenerla en funcionamiento.
«No los conocía, pero estaba al tanto de la situación de la fábrica desde hace varios años y tenía planeado hacer algo con ellos. Me pareció una oportunidad ideal porque sabía que iba a ser un trabajo cargado de emociones. No era gente acostumbrada a que alguien le tomara fotos tan de cerca», indicó la campeona del mundo.
«Llegué un día la mañana, les conté los que le quería hacer y despacito los fui convenciendo. Quería que mi trabajo los ayudara a dar a conocer su lucha».
Según contó Michelle, al momento de la devolución le dijeron que «no sólo les había impactado las imágenes sino que era un texto hermoso que revelaba el trasfondo de la historias».
De cara al futuro, la fotógrafa se ve a si misma «haciendo trabajos como estos». «Todo lo que encaro lo hago con el corazón, porque si no lo siento no me sale. Quiero que mi futuro siga relacionado con esto, con poder aplicar la estética en todos los trabajos que me aparezcan».
A la distancia, la bonaerense se alegra de haber continuado estudiando fotografía. «Tuve momentos de duda y creo que no me confundía. Realmente, esto es lo que me hace feliz», cerró.