Una nena de 12 años, cansada de los abusos sexuales, decidió filmar a su tío para que su familia le creyera, y ahora el hombre se encuentra prófugo de la Justicia desde hace casi un mes por lo que sus padres decidieron hacer público el caso para facilitar su detención.
Según consignó La Nación este lunes tras haber señalado varias veces a su tío por los abusos que venía sufriendo, decidió ponerlo en evidencia.
El hombre señalado por V. se llama Leandro Sebastián Martínez, tiene 41 años y es el marido de la prima de Pablo, el papá de la nena. La relación de V. con ellos siempre fue muy cercana.
Fue la mamá de una compañera de clase de V. quien alertó a los padres a fines de 2018, cuando les hizo escuchar un audio de WhastApp que su hija había enviado a la amiga: «Hola, no sabés lo que me pasó, mi tío me tocó la cola y la chucha. Estábamos los cuatro en la cama y me desperté con él tocándome. Yo cerraba las piernas y él hacía más fuerza. Como que me quiso violar».
V. les contó lo mismo y agregó detalles. Gritó «tengo que hacer pis» y se fue al baño para interrumpir el abuso. Por el shock, no les había contado nada.
«A mí me pasa, mi tío abusó de mí», dijo luego V. en una clase de Educación sexual Integral (ESI) en la escuela. «Se abrió un expediente. La maestra lo comunicó al gabinete psicopedagógico y derivaron la información a un centro de niñez, pero aún así, todavía entonces nos costaba enmarcar lo que había pasado en un hecho delictivo», explicó su mamá en declaraciones televisivas.
«No podíamos creer que (Leandro) fuera culpable de algo así cuando lo veíamos con sus hijos, cómo los cuidaba. Precisamente como V. se hacía pis encima desde los 6 años y él era tan cuidadoso, creí que tal vez la había tocado en la cama para ver si no estaba mojada», detalló el papá.
Así, los papás de V. pudieron relacionar la enuresis (micción involuntaria, la nena se hacía pis desde los 6 años) y su retraso escolar como consecuencia de los abusos.
Según consignó ese medio, tras nuevos abusos, V. sentía la necesidad desesperada de hablar. «Hubo una fiesta familiar en lo de mis abuelos, acá al lado», recordó Pablo. «V. empieza a insistir en que le quería mostrar varias mejoras que habíamos hecho en nuestra casa a Leandro. Me extrañó mucho y la ignoré un rato. Pero de repente, cuando vi que tomaba la llave muy dispuesta, la acompañé», explicó.
Mediante un tour por la casa organizado por la nena, fueron primero al fondo y después a la habitación. En cada oportunidad en que su papá se separaba de ellos, Leandro aprovechaba para tocarla. La cámara del cuarto de V. y de su hermanito captó uno de esos momentos y fue material decisivo para la Justicia.
«¿Viste que mis papás pusieron cámaras de seguridad?», le dijo en un momento V. al hombre, quien mira la cámara. «Me apretó el cuello y me dolió mucho», dijo la nena.
«Cuando vi que los videos coincidían exactamente con lo que mi hija nos relataba, nos desesperamos», indicó Pablo, y acudieron de inmediato a la Justicia. «Hablamos con ella y le dijimos que se quedara tranquila, que su mamá y su papá iban a hacer lo que tenían que hacer para que nunca más le volviera a pasar», dijo Daniela, la madre de la nena. «Ella llegó a hacer lo que hizo porque estaba totalmente desbordada», agregó.
«Está prófugo. No usa el teléfono. No aparece en cámaras de peajes. Evidentemente está muy bien asesorado», precisó su padre.