El 16 de marzo una pareja regresó de un viaje por España y tuvo que someterse a la cuarentena obligatoria, en su departamento ubicado en el barrio de Villa Devoto.
Algunos de sus vecinos los denunciaron por haber violado este aislamiento y días después se les requirió hacerse el test de coronavirus en el Hospital Muñiz.
Curiosamente, se escaparon del centro médico mientras debían aguardar por los resultados, regresaron a su casa e ingresaron rompiendo la faja de clausura que allí se había colocado por parte de las autoridades.
Por orden judicial, acudió al lugar personal de la División Conductas Informáticas Ilícitas y de la Comisaría Vecinal 11, para realizar un allanamiento y desinfectar el lugar con la finalidad de evitar un posible contagio de vecinos.
Ahora, van a seguir dentro de su casa pero en calidad de detenidos y con control policial en la puerta para evitar que vuelvan a escapar. Para algunos, pensar en los otros es demasiado pedir.