María Noguera, madre del pequeño Loan Peña, desaparecido hace 100 días en Corrientes, sigue buscando respuestas. La mujer asegura que su cuñada, Laudelina Peña, y su esposo, ambos detenidos, saben qué ocurrió con el niño. «Que hablen, necesitamos saber qué pasó con mi hijo», exige.
100 días sin Loan: El desesperado pedido de su madre por respuestas
María Noguera enfrenta una angustia indescriptible tras 100 días sin noticias de su hijo Loan Peña, de cinco años, desaparecido el pasado 13 de junio en la localidad correntina de 9 de Julio. A pesar del tiempo transcurrido, María mantiene la esperanza de encontrarlo con vida y exige a las personas involucradas en la investigación que digan la verdad.
«Es difícil, estoy angustiada, pero intento hacer mis cosas siempre pensando en él», expresó María, quien recuerda con detalle el último día que vio a Loan. La familia celebraba el Día de San Antonio cuando su esposo, José Peña, se dispuso a visitar a su madre en el campo. Loan, al escuchar el plan, pidió acompañarlo. Fue la última vez que lo vieron.
Horas después, el niño fue con su tío Antonio Benítez y otros cinco niños a un naranjal. Desde entonces, no se sabe más de él. «Pensábamos que estaba perdido, que lo encontraríamos en cualquier momento», recuerda María. Sin embargo, las búsquedas fueron en vano y la única pista encontrada fue una zapatilla del menor, que la familia asegura fue plantada.
La investigación, a cargo del Juzgado Federal de Goya, ya tiene siete detenidos, entre ellos la cuñada de María, Laudelina Peña, y su esposo. Según los investigadores, Laudelina habría colocado la zapatilla para desviar el caso. «Ella sabe qué pasó. Queremos que nos digan dónde está Loan. Es mi hijo, y necesitamos que este sufrimiento termine», imploró María.
La madre de Loan está convencida de que su hijo sigue en la provincia de Corrientes y, aunque reconoce que la situación la consume, no se rinde en la búsqueda. «No sé dónde está, pero siento que está cerca. Cada día sueño que vuelve a casa», relata.
María y su esposo José, también devastado por la desaparición de su hijo, se apoyan mutuamente para mantenerse firmes en la lucha por encontrarlo. «Si nos caemos, se cae todo», dice María, quien además intenta proteger a sus otros hijos del dolor constante. «Es difícil para todos, pero no podemos bajar los brazos».
A pesar de los momentos de desesperanza, María confía en que la justicia avanzará y que eventualmente la verdad saldrá a la luz. «No pueden seguir callando. Quiero saber qué pasó con mi hijo, y no me detendré hasta encontrarlo», concluye.