Investigaciones recientes alertan sobre la disminución significativa de los glaciares andinos, con el riesgo de un punto de no retorno en la región de Cuyo y el norte de la Patagonia si no se toman medidas urgentes para frenar el cambio climático.
Advierten que el derretimiento de los glaciares en la Cordillera de los Andes podría volverse irreversible
El derretimiento de los glaciares en la Cordillera de los Andes ha alcanzado niveles alarmantes y podría volverse irreversible, según un estudio encabezado por el investigador Juan Rivera, doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos. Las investigaciones del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), donde trabaja Rivera, revelan que desde 2010 ha habido una disminución en las nevadas y un aumento en las temperaturas, lo que está generando una severa presión sobre los recursos hídricos de la región.
Rivera, quien fue galardonado con el Premio Estímulo de la Fundación Bunge y Born por su labor científica, advierte que el calentamiento global, potenciado por la quema de combustibles fósiles, está llevando a los glaciares a una situación crítica. “De seguir así, aunque se frenen las emisiones, podríamos cruzar una línea en la que los glaciares no se recuperarán”, afirmó el experto, destacando la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar este desenlace.
El impacto en la hidrología y el desarrollo socioeconómico
Rivera también se ha centrado en el estudio de las sequías hidrológicas en los ríos andinos, que juegan un papel crucial en la disponibilidad de agua en la región. Desde 2010, Mendoza y otras áreas de Cuyo han sufrido una sequía persistente, que afecta gravemente al desarrollo socioeconómico. El investigador explicó que las reservas de agua para las próximas generaciones están siendo consumidas actualmente, lo que representa una amenaza para el futuro de la región.
Olas de calor y su vínculo con el cambio climático
El estudio también aborda el impacto de las olas de calor extremas, como las ocurridas en Argentina durante el verano de 2023. Rivera, junto con un equipo internacional, concluyó que estas olas de calor son 60 veces más probables debido a las actividades humanas. Estos eventos no solo aceleran el derretimiento de los glaciares, sino que también modifican radicalmente la hidrología de la región, afectando tanto a Chile como a las provincias argentinas de Mendoza, Neuquén y San Juan.
“El futuro de la región depende de nuestra capacidad para entender y mitigar estos fenómenos climáticos”, concluyó Rivera, destacando la importancia de un abordaje regional ante estos desafíos globales.