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Baños de sonido: una nueva forma de descansar y recuperar el bienestar

Los baños de sonido están ganando popularidad como una poderosa herramienta para descansar la mente y regular las emociones.

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Aunque suena a una práctica esotérica, muchas personas ya conocen y disfrutan de sus beneficios, incluidos quienes alguna vez fueron escépticos al respecto.

Un testimonio personal: El poder del sonido

Belén Ortega, una reconocida periodista de tendencias y belleza, es una de esas personas que inicialmente dudaba de esta práctica. “Había probado de todo para recuperar mi bienestar, pero no lograba desacelerar mi ritmo de vida. El agotamiento era constante. Fui a un baño de sonido con mucho prejuicio y, al finalizar, no lo podía creer. Sentía que me habían absorbido todo el cansancio mental”, relata. Este cambio radical en su bienestar la llevó a convertirse en una de las facilitadoras más destacadas de esta práctica en Argentina.

Cada vez más personas destinan tiempo en sus agendas para vivir esta experiencia reparadora. Los baños de sonido no solo promueven un reseteo mental, sino que también ayudan a recuperar el equilibrio emocional, mejoran la calidad del sueño, aumentan la creatividad y disminuyen la ansiedad. “Los efectos pueden ser muy diferentes en cada persona, dependiendo de su estado. No hay nada mágico. La calma y claridad se expanden con el trabajo diario, con la observación de nuestra respiración y con la conexión con los sonidos internos y externos”, explica Belén.

¿Cómo funcionan los baños de sonido?

Durante un baño de sonido, las ondas cerebrales se ralentizan, pasando del estado de vigilia normal (beta) a un estado más relajado (alfa) e incluso a un estado de ensueño (theta). Esto facilita la entrada en un estado de homeostasis, similar a un sueño liviano, que es altamente restaurador.

Belén Ortega también se dedica a estudiar los efectos del sonido y los descubrimientos neurocientíficos más recientes. “He tenido la oportunidad de capacitarme con instructores mayas, quienes me enseñaron muchas cosas y crearon varios de mis instrumentos. Cada baño de sonido tiene una frecuencia diferente de acuerdo al instrumento utilizado. Algunos de ellos impactan de manera similar a los mantras y los cantos gregorianos”, detalla. Para ella, es fundamental mantener una variedad de instrumentos para evitar que el cerebro se acostumbre a ciertos sonidos, lo que podría disminuir su efectividad.

Un enfoque accesible y realista

Belén se ha enfocado en hacer que sus encuentros sean accesibles y realistas, sin misticismos innecesarios. “Cada vez llegan más parejas y hombres a estos encuentros. Yo quiero mantener estos espacios posibles y reales, para que cualquier persona pueda dejarse permear por un baño de sonido”, cuenta. Además de ofrecer estos baños en su espacio en Palermo, también los realiza en empresas, hoteles y otros lugares donde es convocada para crear un momento de bienestar.

Sin gurúes ni mandatos: Cada uno vive su propia experiencia

Belén es clara en su enfoque: “No creo en adorar a ningún gurú. Cada uno de nosotros puede encontrar la maestría dentro de sí mismo. Tampoco creo que el bienestar deba asociarse con un estilo de vida particular. Prefiero las experiencias simples, donde las personas puedan recuperar su bienestar a su manera, respetando sus necesidades y singularidad”.

Esta filosofía se refleja en la manera en que organiza sus sesiones. Al entrar en el lugar donde se realiza el baño de sonido, no hay poses espirituales ni exigencias de vestimenta especial. Las personas se acomodan con la ropa de su día a día y se sumergen en la experiencia de manera natural.

El poder de la escucha interna

Los baños de sonido no solo proporcionan un alivio inmediato, sino que, cuando se practican regularmente, facilitan la escucha interna y fortalecen el autoconocimiento. “Es necesario empezar a comprender que gran parte de nuestro cansancio físico es consecuencia del cansancio mental. El baño de sonido nos puede ayudar, pero luego necesitamos aprender a observar los sonidos internos y la conversación que tenemos con nosotros mismos. Escuchar nuestros sonidos es fundamental”, concluye Belén.

En un mundo donde el estrés y el agotamiento parecen inevitables, los baños de sonido ofrecen una manera simple y efectiva de recuperar el bienestar y encontrar un poco de paz.

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