Condenado empresario ganadero por destruir nidos de pingüinos en punta tombo: un impacto ambiental irreversible

Ricardo La Regina, empresario ganadero, fue condenado este jueves por el tribunal de Chubut tras un largo proceso judicial. La acusación, que incluyó daño agravado y crueldad animal, se centró en los hechos ocurridos entre agosto y diciembre de 2021, cuando La Regina utilizó una retroexcavadora para abrir un camino en su estancia Punta Clara, lindera con el área protegida de Punta Tombo, famosa por ser una de las principales reservas de pingüinos magallánicos.

El tribunal, compuesto por los jueces Carlos Richieri, Eve Ponce y Laura Martini, determinó que el empresario fue responsable de aplastar nidos de pingüinos y de desmantelar vegetación, además de haber colocado un cerco electrificado, todo esto dentro de una zona protegida por la ley. Aunque La Regina fue absuelto de otro cargo relacionado, la sentencia destacó su responsabilidad por los daños causados a la fauna local.

El empresario se defendió alegando que sus acciones fueron una respuesta a la falta de protección estatal frente a lo que percibía como una amenaza para su ganadería. Según La Regina, su ganado bovino estaba siendo atacado, y la falta de alambrados adecuados lo forzó a tomar medidas extremas. “Me estaban robando mi única forma de vida”, aseguró, defendiendo sus actos como una respuesta a una situación de emergencia.

Sin embargo, el proceso judicial fue seguido de cerca por organismos ambientalistas y la comunidad, quienes demandaron una pena ejemplar. La acusación estuvo a cargo de la fiscal general Florencia Gómez, mientras que organizaciones como Greenpeace, Fundación Patagonia Natural y la Asociación de Abogados Ambientalistas se unieron al pedido de una sanción severa, con penas que podrían oscilar entre los 4 y 12 años de prisión.

A tres años del daño, el impacto sobre el ecosistema de Punta Tombo es palpable. Según José María Musmeci, presidente de la Fundación Patagonia Natural, los pingüinos se han desplazado hacia el norte debido a la pérdida de su hábitat, una migración que podría empeorar por el cambio climático y la escasez de vegetación. En una reciente visita a la pingüinera, Musmeci expresó su preocupación por el estado crítico de la especie y la necesidad de aprender a convivir de manera más sostenible con el entorno.

El caso de La Regina es un recordatorio de los desafíos que enfrenta la conservación de la fauna en áreas protegidas, donde la actividad humana y la falta de regulaciones adecuadas pueden tener consecuencias devastadoras. La sentencia, aún pendiente de la fijación de la pena, marca un precedente en la justicia ambiental del país y un llamado de atención sobre la necesidad de armonizar la producción con la protección del medioambiente.

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