Una adolescente de 17 años que denunció a su tío por presunto abuso sexual permanece desaparecida desde hace más de tres meses en la ciudad misionera de Oberá, por lo que vecinos y allegados retomaron la búsqueda y la viralizaron en las redes sociales.
Milagros Kalt, quien vive con su abuelo, salió de su casa el pasado 26 de febrero y nunca más se volvió a saber de ella. La joven vivía en una casa ubicada sobre el mismo terreno en el que también habitan su tía y sus primos.
La tía de la adolescente, Nancy Kalt, explicó que ni el padre ni la madre de su sobrina se habían podido hacer cargo de ella, por lo que creció bajo el cuidado de sus abuelos.
«El papá de Milagros es hermano mío y tuvo una relación casual con la mamá de ella, pero ninguno de los dos quiso criarla y cuando tenía un añito se la dieron a mis padres, que la criaron como si fuera su hija. Mi mamá murió hace seis años y se quedó a cargo de papá», dijo Nancy en declaraciones al portal El Territorio.
En mayo del año pasado la joven reveló que su tío paterno había abusado sexualmente de ella y fue asesorada por funcionarias de la Dirección de Niñez y Familia de la Municipalidad de Oberá para radicar la denuncia correspondiente en la comisaría de la Mujer. Esa denuncia, fue ratificada posteriormente por la adolescente en Cámara Gesell.
En aquel momento Milagros había recuperado el contacto con su madre biológica mediante las redes sociales y después de presentar la denuncia contra su tío se fue a vivir con ella en Garupá. Antes de que terminara ese mismo año, sin embargo, volvió a la casa de su abuelo y lo hizo con otra versión: sostuvo que había mentido sobre el abuso sexual.
«Lo único que sé es que yo no violé a mi nieta. Yo siempre le di todo. Lo otro no sé. Ella primero dijo una cosa y después dijo que mintió para poder irse con la madre, pero no le gustó allá y volvió. Solo ella sabe la verdad», dijo al mismo medio su abuelo, Leonardo Kalt.
La joven dejó una carta antes de su desaparición, en la cual decía que se iría a vivir a San Pedro y le pedía a su abuelo que no la buscara porque iba a estar bien. «Le pedí a Dios tener una familia, una familia de verdad y sé que él me va a escuchar. Él ve mi inocencia en esta situación. Dios no es injusto, abuelo, por eso tomo la decisión de irme y perdón por ser una carga para ti», manifestó en la carta el 26 de febrero pasado, justo antes de desaparecer.
Según los familiares, esa nota fue entregada a la Policía y desde la fuerza les informaron que siguieron sin suerte la pista de San Pedro. Sin embargo, los uniformados no recurrieron a los medios para difundir la búsqueda de la menor, como habitualmente sucede en este tipo de casos.
Milagros Micaela Kalt es de contextura física delgada, mide 1,70 metros de altura, es de tez blanca, tiene ojos de color celeste y cabellos castaños.
