bañoDoomscrollingsalud
Salud

Doomscrolling en el baño: el hábito silencioso que daña tu salud más de lo que imaginás

Cada vez más personas se sumergen en contenidos negativos mientras están en el inodoro, sin saber que esta costumbre puede generar hemorroides, debilitamiento del suelo pélvico y hasta prolapso rectal, según expertos. ¿Por qué es tan perjudicial?

Noticias

El fenómeno del doomscrolling, o el consumo compulsivo de noticias negativas en redes sociales, se ha instalado con fuerza en la rutina diaria. Pero hay un lugar donde esta práctica puede tener efectos aún más nocivos: el baño. Muchos usuarios admiten que es allí donde se toman “unos minutos” para navegar en el celular, pero médicos advierten que este hábito puede traer consecuencias físicas importantes.

La doctora Punam Krishan, del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, advirtió sobre los riesgos de pasar demasiado tiempo sentados en el inodoro, especialmente cuando no hay una necesidad fisiológica que lo justifique. El problema, afirma, no es solo el contenido negativo que consumimos, sino el tiempo prolongado que se permanece sentado, lo cual aumenta la presión sobre el recto inferior.

Estar varios minutos en la misma posición sobre el inodoro genera una presión constante en las venas y tejidos anales, lo que puede derivar en hemorroides internas o externas, caracterizadas por dolor, picazón y, en algunos casos, sangrado. Pero eso no es todo: el doomscrolling en el baño también puede debilitar los músculos del suelo pélvico, los encargados de sostener órganos clave del sistema digestivo.

En casos más severos, algunas personas desarrollan prolapso rectal, una condición en la que una parte del intestino sobresale a través del ano, generando una sensación constante de evacuación y una masa visible en la zona afectada.

Según el doctor Richard Molina, profesor de psiquiatría en la Universidad de Harvard, el auge del doomscrolling se acentuó durante la pandemia, cuando el bombardeo de información negativa se volvió parte del día a día. Aunque los efectos mentales son conocidos —como ansiedad o insomnio—, los riesgos físicos de esta práctica, especialmente cuando se combina con una larga estadía en el baño, son aún poco difundidos.

Los especialistas recomiendan limitar el uso del celular en el inodoro y prestar atención al tiempo que se permanece sentado. El baño debería ser un lugar de paso, no una sala de espera digital. Tomar conciencia de este hábito puede marcar la diferencia entre una rutina saludable y una que afecte silenciosamente la salud digestiva y pélvica.

COMPARTIR:
Doomscrolling en el baño: el hábito silencioso que daña tu salud más de lo que imaginás
Volkswagen lanzó su auto automático más accesible con motor turbo y mejoras de tecnología
Seguir Leyendo:
Noticias
LO MÁS DESTACADO
keyboard_arrow_up