A la vera de la Ruta 2, un imponente castillo escondido guarda los ecos de una de las historias más trágicas de la aristocracia argentina. La estancia La Raquel, vinculada a los Guerrero, esconde secretos de amor, celos y muerte.
El castillo oculto en Ruta 2 con una historia de poder, tragedia y misterio
Viajar por la Ruta 2 hacia la costa argentina es un ritual de cada verano, Semana Santa o escapadas de fin de semana. Pero más allá del paisaje, este camino esconde lugares secretos llenos de historia, como el castillo La Raquel, ubicado en el kilómetro 168, en el partido de Castelli, Buenos Aires.
La estancia que guarda un crimen pasional
Este imponente castillo de estilo francés, con su torre salmón y cúpula gris, fue propiedad de la familia Guerrero, una de las más ricas del siglo XIX. Su heredera, Felicitas Guerrero, sufrió un trágico destino cuando fue asesinada por un pretendiente obsesionado con ella.
Hija de millonarios y viuda de Martín de Álzaga, Felicitas heredó una fortuna y varias estancias. Su belleza la convirtió en la mujer más codiciada de la alta sociedad porteña, pero también en víctima de un crimen pasional. En 1872, su antiguo pretendiente, Enrique Ocampo, al enterarse de su compromiso con Samuel Sáenz Valiente, irrumpió en su casa y le disparó. La joven agonizó durante horas y falleció al día siguiente.
Tras su muerte, la estancia pasó a manos de su familia y, más tarde, de su cuñada Raquel Cárdenas, quien le dio su nombre definitivo: Estancia La Raquel.
Del crimen a la historia viva
Construida en 1894, la casa principal de La Raquel se distingue por su imponente arquitectura europea y sus vistas al río Salado. Décadas más tarde, Valeria Guerrero, descendiente de la familia, fundó allí un museo y centro cultural, abriendo el castillo al público para eventos y visitas.
Pero la historia de los Guerrero no se detiene ahí. Valeria Guerrero fue también la fundadora del famoso balneario Valeria del Mar, vecino de Cariló y Ostende, uno de los destinos más elegidos de la costa argentina.
Hoy, la estancia La Raquel sigue en pie, envuelta en un aura de historia, tragedia y misterio, a la vista de quienes recorren la Ruta 2 sin saber que, detrás de los árboles, se esconde un escenario digno de una serie de época.