Una mujer de poco más de 80 años vivió ésta madrugada uno de los peores momentos de su vida.La despertaron dos individuos que habían entrado a su casa a robar.Para la víctima todo comenzó cerca de la 1:30 de la madrugada, tal vez unos minutos antes, en una casa ubicada sobre calle Bolivia entre las de Malvinas Argentinas y Francia.
Dos sujetos que llevaban los rostros cubiertos accedieron a la vivienda y luego de forzar –presumiblemente a patadas- algunas puertas que se encontraban cerradas y aseguradas con llave, llegaron a la habitación en la que descansaba la mujer de unos 80 años de edad.La ataron de pies y manos, le cubrieron los ojos, luego la cabeza y comenzaron a exigirle la entrega de dólares –dinero que no tenía la víctima-, de manera insistente y hasta golpeándole la cabeza con la mano abierta.
Solo habría podido decirles que el único dinero que tenía estaba en un monedero indicándoles además dónde se encontraba.Cuando los individuos lograron apoderarse del mismo, una no muy alta suma, escaparon por la puerta del frente y utilizando la llave que estaba en el lugar, presumiblemente tomando calle Bolivia hacia Francia.Como las ataduras no estaban muy firmes, la mujer logró liberarse, abrir una ventana y comenzó a gritar pidiendo socorro a sus vecinos.
La ayuda no tardó en llegar ya que fueron las personas que viven en la cuadra quienes alertados por la desesperada voz de la mujer comenzaron a movilizarse y comprometerse.Un llamado al 911 hizo que en un muy breve período de tiempo se acercaron varios móviles del Comando Patrullas.Mientras que con algunos detalles aportados por la víctima se iniciaron recorridas por la zona intentando dar con los desconocidos y ante la demora en el arribo de la ambulancia, uno de los vecinos albergó a la mujer en su casa, preocupado porque se trata de una mujer mayor, poco más de 80 años, pero también debido a que no hace mucho tiempo tuvo algunos problemas de salud.
La investigación judicial se puso en marcha, tratando de establecer por dónde entraron los sujetos, en qué se movilizaban, si los esperaba algún cómplice en las inmediaciones y hasta si con algún dato equivocaron la casa ya que exigían la entrega de dólares cuando la moradora no tenía.Se sumó además el trabajo de peritos de Policía Científica que se abocó al levantamiento de rastros, también durante la madrugada.
La situación vivida en la madrugada de hoy se viene transformando en preocupación creciente y es el miedo a despertar con un revólver apuntando a la cabeza.Por lo pronto, con esa frase que tan frecuentemente se pronuncia, vecinos y conocidos de la víctima comentaban “Gracias a Dios no la mataron”.