A partir del 3 de julio, cualquier ciudadano podrá importar un auto por año sin necesidad de contar con una Licencia de Configuración de Modelo ni Licencia Ambiental. La medida busca dinamizar el mercado automotor y abrir el juego a modelos no disponibles en Argentina.
El Gobierno habilita la importación de autos para particulares: cómo funciona y qué restricciones hay
Desde el jueves 3 de julio, el Gobierno nacional habilitó oficialmente la importación de autos para personas particulares, una medida que promete transformar el panorama del sector automotor argentino. Publicada en el Boletín Oficial, la nueva resolución elimina trabas históricas y permite que cualquier persona física pueda traer un vehículo del exterior, con condiciones claras y sin necesidad de intermediarios.
Hasta ahora, la posibilidad de importar vehículos estaba reservada casi exclusivamente a empresas registradas como importadoras, o en casos muy puntuales como diplomáticos o personas con discapacidad. Con el nuevo régimen, cualquier argentino podrá importar un auto por año, ya sea que ese modelo se comercialice o no en el país.
Uno de los principales cambios es la eliminación de los requisitos de la Licencia de Configuración de Modelo (LCM) y la Licencia Ambiental (LCA), siempre que el vehículo cuente con certificados internacionales reconocidos. Esto agiliza el proceso y reduce la burocracia estatal, evitando esperas de varios meses que antes eran comunes.
Desde el Ministerio de Desregulación, explicaron que esta reforma apunta a mejorar la competitividad del sector, reducir costos de homologación y facilitar tanto la importación como la producción de vehículos. También aclararon que se mantendrán los estándares de seguridad y control ambiental.
En cuanto a las condiciones para particulares, el nuevo régimen establece que:
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Cada persona podrá importar un (1) auto por año.
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El vehículo no podrá ser transferido a otra persona durante dos años desde su ingreso al país.
Este último punto tiene como objetivo evitar que surja un mercado paralelo de reventa, garantizando que la medida se use con fines personales y no comerciales.
Con esta decisión, los argentinos podrían acceder a modelos que no se venden en el país, sin depender de la oferta local ni de los márgenes impuestos por los concesionarios. La apertura del mercado también presiona a las marcas a ofrecer precios más competitivos y a mejorar sus servicios posventa.
La norma completa ya está disponible en el Boletín Oficial y marca un hito en la política automotriz argentina, con foco en la desregulación, la libertad de elección y la modernización del sector.