Desde ya hace un largo tiempo desde el Cuartel de Bomberos Junín se viene trabajando en tareas de prevención para concientizar a la ciudadanía sobre los efectos devastadores que tiene sobre el ecosistema los incendios forestales.
Recordemos que por incendio forestal se entiende a todo aquel fuego descontrolado que se extiende sobre terreno forestal o silvestre, afectando a su paso tanto a combustibles vegetales como así también a la flora y fauna del lugar. Presentan algunas características particulares que los distingue de otros tipos de incendios, como ser su rápida velocidad de propagación, generalmente su amplia extensión y su potencial para cambiar de dirección inesperadamente, viéndose potenciado por fenómenos naturales como fuertes vientos, sequias o baja humedad para aumentar su capacidad de superar obstáculos en su recorrido (carreteras o ríos, por ejemplo).
En nuestra ciudad, históricamente, la mayor estadística de incendios forestales se daba en las estaciones de verano e invierno gracias a fenómenos como los mencionados anteriormente. Pero hoy en día de manera constante se repiten incendios sobre la vegetación en todo lo ancho del territorio juninense a lo largo del año casi de manera homogénea, advierten los especialistas.
Actualmente se tienen registrados más de trescientos cincuenta incendios forestales en lo que va del año 2021, un número que anualizado se prevé sea levemente inferior al registrado el año anterior, pero que nuevamente está muy por encima de la cantidad de incendios registrados por Bomberos Voluntarios de cuarteles vecinos. En este sentido en la ciudad de Junín se tienen entre dos y tres veces más incendios que los existentes en distritos como Chacabuco o Rojas, cuya superficie total es semejante a la nuestra.
Volviendo a los fríos números, tenemos que casi la mitad de las intervenciones en que participan Bomberos de nuestra ciudad están directamente relacionadas con incendios forestales.
El flagelo no es menor y pone en alerta a los Bomberos, que tienen que destinar una vasta gama de recursos para combatir este tipo de siniestros: desde horas hombre, hasta el combustible para las autobombas, pasando por otros materiales que sufren gran desgaste como las mangueras, motobombas, mochilas forestales y maquinaria agrícola que es solicitada en colaboración para combatir el fuego.
En cuanto a los incendios forestales de ninguna manera hay que minimizar las consecuencias: daños ambientales por la destrucción de la cubierta forestal, muerte y huida de animales, pérdida del suelo fértil, avance de la erosión, desaparición de ecosistemas, aumento en las emisiones de CO2 a la atmosfera y desertificación, se interrumpen ciclos naturales y desaparecen especies nativas, mientras que proliferan las plantas invasoras, entre otras. Socioeconómicamente, daña la salud pública, daño a la propiedad pública y privada, paralización de procesos productivos, etc.
Si bien no hay números para respaldarlo, se estima que la inmensa mayoría de estos incendios son producidos por el accionar negligente o intencionado del ser humano, por tal motivo es que muchas veces la intensificación de las campañas de prevención tienen un resultado inmediato en el corto plazo disminuyendo la cantidad de estos siniestros.
Desde Bomberos aconsejan encender fuego solo en lugares autorizados, mantenerlo bajo supervisión, no utilizar nafta o alcohol para encenderlo, al encender un fuego tener siempre a mano abundante agua, y cuando ya no se lo necesite apagarlo de inmediato.