Este viernes estuvo en nuestra ciudad el secretario general de FESIMUBO, Rubén «Cholo» García. En una conferencia de prensa ofrecida en la sede del Sindicato de Trabajadores Municipales acompañado por su secretario general Gabriel Saudán y el secretario adjunto, Claudio Camilo, el dirigente sindical comentó que desde la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses estuvieron monitoreando permanentemente el conflicto que se desató el pasado 17 de febrero y que concluyó hace pocos días.
El secretario general de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses, Ricardo García, fue consultado en la conferencia de prensa brindada este viernes en Junín, se refirió al proyecto de creación del Consejo nacional del Empleado Municipal con el fin de tener un sueldo testigo a nivel nacional como sucede con los docentes. «Es un proyecto que venimos trabajando desde hace muchos años» destacó García.
«Si hay problemas en la provincia de Buenos Aires con los sueldos municipales, ni quieran saber lo que pasa en las provincias -detalló el dirigente sindical municipal- En las ciudades capitales de las provincias, el trabajador municipal está un poco mejor pero haces 50 kilómetros o 100 kilómetros y resulta ser que cuando te alejas de las provincias hay una discriminación total. En la provincia de Jujuy, hay una localidad que se llama Cangrejal donde el trabajador municipal gana 500 pesos por mes, y eso no se puede creer. Es casi un estado de esclavitud, sin estabilidad», comentó.
García amplió este concepto diciendo que se le pide al gobierno nacional un tema que ya fue planteado por el mismo dirigente sindical con Alberto Fernández cuando era candidato a la presidencia y ya mantuvo dos reuniones con el Jefe de Gabinete nacional «y me pidieron paciencia porque los recursos económicos estaban destinados al tema pandemia. Estamos en otro proyecto encaminado. Ya me reuní dos veces con el ministerio de Trabajo y la semana que viene nos vamos a reunir con el bloque del Frente de Todos ya que pretendemos reformar la ley 24.013».
Añadió que se trata de la ley de convocatoria al salario mínimo vital y móvil, donde la CGT y la CTA se reúnen con el gobierno poniendo como base un salario que nadie puede dejar de cobrar por menos de ese valor. «En esa ley, los únicos excluidos somos los trabajadores municipales por la pseudoautonomía de los municipios y por eso los intendentes se abusan. En la provincia de Buenos Aires no. Nosotros hemos conseguido en 2014 y se puso en vigencia en 2015 la nueva legislación, pero caminamos otras provincias como La Rioja, Catamarca, Formosa, Chaco y allí vemos la pobreza del trabajador municipal».
«Hay mucho miedo en el trabajador municipal, porque para que una persona acceda a ganar 500 pesos y una bolsa de comida, es porque hay una concepción de que si no trabaja, hay diez personas esperando ese lugar. Es una concepción ideológica feudal. Hoy peleamos por eso. Estamos al servicio de los trabajadores municipales pero cuesta la lucha y por eso hay que reconocer la gesta que tuvieron el sindicato y los trabajadores municipales en Junín», destacó García.
Sostuvo en la conferencia de prensa brindada en la sede del Sindicato de Trabajadores Municipales, que «el gremio más difícil de manejar es el municipal. Cuando en el sector privado se juntan los gremios, UOMA, UOCRA, Camioneros, Sanidad, acuerdan con las cámaras empresarias y de ahí bajan los aumentos y lo pagan desde el empresario más grande hasta el más chicos. En el caso de los municipios, por la pseudoautonomía, nosotros tenemos que discutir cara a cara con los 2.190 intendentes de la República Argentina».
«Y los intendentes -agregó- tienen una particularidad: tienen los alcahuetes, los directores, presionan, si van al sindicato y reclaman, se amenaza con sacar las horas extras porque en muchos municipios las horas extras se usan como un sistema prebendario para completar un sueldo medianamente digno, la dan con horas extras y si protestan, la sacan. Entonces ponen al trabajador casi contra la pared», indicó García.
«Y los intendentes -agregó- tienen una particularidad: tienen los alcahuetes, los directores, presionan, si van al sindicato y reclaman, se amenaza con sacar las horas extras porque en muchos municipios las horas extras se usan como un sistema prebendario para completar un sueldo medianamente digno, la dan con horas extras y si protestan, la sacan. Entonces ponen al trabajador casi contra la pared», indicó García quien expresó: «Cada vez que se pelea por estar un mejor, tenemos que pelear contra un sistema que nos ha avanzado a través de los años.