Gracias a Elon Musk, un condenado por crímenes de lesa humanidad será vecino de Cristina Kirchner en El Calafate

Jaime Lamont Smart, condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar argentina, ha recibido el beneficio de prisión domiciliaria en El Calafate, a pocos minutos de la residencia de la expresidenta Cristina Kirchner. A sus 88 años, Smart, quien fuera ministro de Gobierno bonaerense tras el golpe de Estado de 1976, bajo la órbita de los represores Ramón Camps y Miguel Etchecolatz, logró convencer al Tribunal Oral Federal número uno de La Plata de trasladarse a una propiedad en la Patagonia argentina.

El tribunal, compuesto por los jueces Walter Venditti y Esteban Rodríguez Eggers, y con la disidencia de Ricardo Basílico, otorgó el traslado, pese a las dudas sobre la conectividad del lugar. Smart, conocido como «Jimmy», afirmó que se mantendría conectado a través del servicio de Starlink, la empresa de internet satelital de Elon Musk. La defensa de Smart presentó una factura por la compra de una antena de 250 mil pesos como prueba de esta futura conexión, que se usaría como respaldo ante eventuales cortes del servicio local, actualmente brindado por COTECAL.

Una vivienda sin ubicación clara

El nuevo domicilio de Smart en el barrio Punta Soberana de El Calafate no aparece registrado en Google Maps, lo que ha generado controversias. Pese a que la defensa argumentó que la casa está equipada para cumplir con las condiciones de la prisión domiciliaria, un informe técnico del expediente destacó la falta de medios de comunicación suficientes para garantizar la conectividad necesaria para actos judiciales remotos, como audiencias y declaraciones. Sin embargo, el tribunal aceptó la solicitud de traslado.

La proximidad con Cristina Kirchner

El barrio Punta Soberana, según se ha confirmado, se encuentra a unos 16 minutos en automóvil de la casa de la expresidenta Cristina Kirchner cuando ella se encuentra en El Calafate. Esta cercanía ha suscitado interés público, ya que Smart fue uno de los colaboradores clave de los responsables de la represión durante los años más oscuros de la dictadura.

Un traslado con justificativo familiar

Smart justificó su traslado a El Calafate alegando razones familiares. Según declaró, tres de sus hijos residen en la localidad santacruceña y dos más en Bariloche, lo que les permitiría brindarle asistencia tanto a él como a su esposa. “En Buenos Aires, sólo tenemos una hija, y ella tiene sus propias obligaciones familiares que dificultan nuestra atención”, explicó.

El tribunal aceptó como cofiadores de su prisión domiciliaria a su hijo Agustín Smart y a sus nietos Mateo y Ramiro Ganduglia.

Condena y salud de Smart

Condenado a perpetua por varios crímenes de lesa humanidad, Smart ha estado en prisión domiciliaria desde 2018. Entre las causas más graves en su contra, destaca su responsabilidad en la desaparición forzada y asesinato de Horacio Wenceslao Orué en 1978. A pesar de su historial, la justicia ha tomado en cuenta su edad y estado de salud al ratificar su régimen de prisión domiciliaria.

Smart presenta problemas de salud como hipertensión arterial, dislipemia y sedentarismo, que lo convierten en un paciente de riesgo. Su atención médica se llevará a cabo en un centro privado y en el hospital público de El Calafate.

El traslado de Smart a El Calafate, facilitado por la promesa de conexión a internet de Starlink, ha generado debate no solo por la viabilidad técnica de la misma, sino por la carga simbólica que implica su cercanía a la expresidenta Kirchner en una de las regiones más turísticas y aisladas de Argentina.