Investigan en Rojas el robo de una camioneta en circunstancias cuanto menos, particulares

En un primer momento, medios rojenses informaron que ayer desconocidos se habían apoderado de una camioneta que se encontraba en el puesto de comidas ubicado sobre Ruta Nacional 188, perteneciente al propietario del comercio.

Como consecuencia del ilícito, un hombre había resultado herido producto de un golpe en la cabeza presuntamente ocasionado por los delincuentes.

A partir de esos datos, «Mediosvirtuales.com.ar«, comenzó a conversar con vecinos y testigos ocasionales, recibiendo información confusa que por otra parte, es objeto de investigación por parte de la Ayudantía Fiscal Rojas.

El titular de la Ford Ranger doble cabina robada, según trascendió, habría denunciado que el viernes, cerca de las 18 horas, mientras se encontraba en el local ubicado sobre la Ruta 188, en el préstamo lado de circulación Rojas-Junín, se acercaron dos sujetos que tras reducirlo y colocarle una capucha, lo introdujeron en la camioneta y lo ataron de pies y manos.

En su denuncia además señaló que se dirigieron siempre por la misma ruta en dirección a la ciudad de Pergamino, abandonándolo a la altura del km. 104.

Inmediatamente, personal policial comenzó a efectuar distinto tipo de diligencias, entre ellas, solicitar imágenes de cámaras de seguridad, constatando que el relato de la víctima no se ajustaba a las imágenes que habían logrado obtener.

Allí trascendió que las cámaras de una de las estaciones de servicio ubicada en inmediaciones al puesto de comida, mostraban al hombre dialogando con una mujer conocida en esa zona ya que se la suele ver con frecuencia en la zona de la rotonda o bien cerca de los carros de comida.

Siempre ateniéndose a las imágenes, los detectives establecen que las dos personas se retiran pacíficamente, suben a la Ford Ranger y se retiran para subir a la ruta y dirigirse hacia el lado de Pergamino.

Ocasionales testigos le relataron al medio de comunicación rojense que la mujer en cuestión se había acercado a una de las estaciones de servicio, sola, nerviosa y relatando que necesitaba un teléfono prestado para llamar a la policía porque había sido víctima de un robo, mientras mostraba a los presentes marcas de ataduras en sus muñecas.

A ellos les había añadido además que todo había ocurrido mientras se encontraba en compañía de un hombre «que todavía estaba atado» y que ella, luego de conseguir liberarse, pidió ayuda.

Para esa hora, el propietario de la camioneta había ingresado a la guardia del Hospital Unzué con un golpe en la cabeza, producido presuntamente por un elemento contundente. También tenía marcas en los brazos y estaba descalzo.

Frente a una situación cuanto menos confusa, comenzó a intervenir personal de la DDI, Grupo Operativo Rojas juntamente con la fiscalía.

La labor fue incesante hasta que lograron ubicar a la mujer, quien en su declaración testimonial brinda una versión de la que se desprende que cuando se produjo el hecho, se encontraba con el hombre y una tercera persona, también mujer.

La realidad es que a través del avance de la investigación establecieron que no había existido una segunda mujer y que los ocupantes de la Ford Ranger, la tarde del viernes, se habían trasladado al monte previo al barrio CECIR y desde allí a uno de los camiones aledaños, donde se habían estacionado.

Presumiblemente habría sido cuando fueron sorprendidos por dos hombres armados que los ataron y dejaron abandonados mientras huían con la camioneta.

Ahora, la justicia se encuentra abocada a esclarecer el hecho que termina con el robo de la camioneta, en medio de declaraciones testimoniales tomadas, que dejan muchas preguntas y pocas respuestas.