Despertarse con la alarma del celular genera un pico de estrés innecesario que afecta tu salud mental y física. Los despertadores de luz se presentan como una alternativa más natural y saludable. Conocé cómo funcionan y por qué los recomiendan los especialistas.
Por qué la alarma del celular daña tu salud y cómo un despertador de luz puede cambiar tus mañanas
El sonido repentino de la alarma del celular es, para muchos, el primer sobresalto del día. Sin embargo, según advierten los especialistas en descanso, ese arranque tan brusco puede tener consecuencias negativas sobre el cuerpo y la mente. La psicóloga del sueño Roser Gort explicó que despertar con un ruido abrupto activa el modo alerta del cerebro, eleva los niveles de cortisol y genera una contracción muscular inmediata que afecta el bienestar general.
«Empezar el día con estrés no es lo ideal. El cuerpo necesita una transición gradual entre las fases del sueño profundo hacia un estado de vigilia más ligero», sostiene Gort. Y añade que muchas veces, al usar el celular como despertador, caemos en la tentación de revisar notificaciones y redes sociales, lo que implica una sobrecarga de estímulos justo cuando el cerebro está comenzando a activarse.
El problema del celular como despertador
El celular no solo interrumpe el sueño con un sonido brusco, sino que también genera un impulso automático a mirar la pantalla, activar pensamientos y sumergirse en la actividad digital. Según Gort, esto altera el ritmo circadiano, impacta en el estado de ánimo y en la calidad del descanso.
“Lo que comienza como un simple despertar termina convirtiéndose en una avalancha de estímulos”, advierte. Este hábito puede alterar la producción de melatonina y afectar la atención y el rendimiento durante la jornada.
Despertadores de luz: una alternativa saludable
Ante este panorama, surgen alternativas más saludables como los despertadores de luz, dispositivos diseñados para simular el amanecer. Estos equipos emiten una luz gradual en la habitación que activa el despertar de forma natural, alineándose con la fase del sueño en la que se encuentra la persona. De esta forma, se reduce el estrés y se evita el shock que genera una alarma sonora.
Aunque este tipo de despertadores no tienen una hora exacta de activación, pueden programarse para que empiecen a emitir luz unos 15 a 20 minutos antes del horario deseado. Algunos incluso combinan la luz con sonidos suaves como naturaleza, agua o música relajante.
Un despertar más consciente
Además del uso de estos despertadores, la psicóloga recomienda incorporar hábitos como evitar el celular al menos 30 minutos después de despertar, abrir cortinas para recibir luz natural, hidratarse y tomarse algunos minutos para estirarse y conectar con el cuerpo.
“Despertar bien mejora todo el día. Si comenzamos de forma abrupta y estresante, es difícil que luego el cuerpo y la mente logren el equilibrio que necesitan”, concluye Gort.